¿Dónde están las mujeres en la historia de la filosofía?
Me ha rondado muchas veces esta pregunta, como una canica
girando en un bucle sin salida: ¿dónde quedan las mujeres en
la historia de la filosofía? Cuando leo a Platón, Sócrates,
Aristóteles, Descartes o Kant, sus nombres me resultan
familiares y sus ideas me acompañan, pero las presencias
femeninas parecen invisibles, apenas se perciben, como si
nunca hubieran existido o estuvieran inmóviles tras un tul,
veladas, y que el tiempo prefería dejar intactas.
Este silencio no es casual ni inocente. La filósofa Luce
Irigaray ha señalado que la historia del pensamiento ha sido
una historia de exclusión, escrita mayormente por hombres y
para hombres.
El pensamiento femenino relegado
En su obra El segundo sexo, Simone de Beauvoir
denuncia cómo las mujeres han sido definidas como “el Otro”,
marcadas por una diferencia que las relegaba a un lugar
secundario. Esta construcción social ha negado la
legitimidad del pensamiento femenino, confinándolas a los
márgenes del saber y la historia.
Es lamentable que este silencio provenga también de una
estructura educativa y social que históricamente excluyó a
las mujeres. Durante siglos se consideró que su lugar estaba
en el hogar, y que el estudio y acceso al conocimiento eran
privilegios reservados a los hombres. Esa ausencia forzada
dejó una herida que aún no sana.
Rescatando voces femeninas: de la filosofía a la literatura
Esta invisibilidad no se limita a la historia de la
filosofía, sino que se extiende a otros ámbitos del
pensamiento y la expresión cultural. La obra colectiva
Voces perdidas, voces olvidadas (2022), coordinada por
Roberto J. Martín y María Isabel Castro, recupera a 36
escritoras hispanohablantes desde el siglo XV hasta el XX
que fueron sistemáticamente silenciadas. Estas mujeres
poetas y narradoras, cuyas voces fueron sepultadas, nos
recuerdan que la ausencia en los libros no es ausencia en la
vida ni en el pensamiento.
Así como Hipatia o Sor Juana rompieron el cerco del
silenciamiento en la filosofía, estas escritoras desafiaron
el olvido y nos cedieron un patrimonio único de
sensibilidad, crítica y memoria. Su rescate es también un
acto filosófico: una afirmación de que pensar, sentir y
crear no son privilegios masculinos, sino un derecho humano
que se ha intentado negar a las mujeres.
Zambrano: la filosofía que nace de la vida
Sin embargo, en mi tierra, Málaga, y en la Axarquía, ha
brillado una mujer pensadora que me inspira profundamente:
María Zambrano. Nacida en Vélez-Málaga, muy cerca de mi
pueblo natal, Totalán, Zambrano unió la filosofía con la
sensibilidad y la experiencia más sentida. Afirmaba que “la
filosofía debe ser un camino hacia la vida, no un
alejamiento de ella”.
Otra de sus frases resuena en mí: “Pensar no es otra cosa
que dejar resonar en una conciencia las voces del mundo”. Y
eso hizo Zambrano: filosofar con los sentidos despiertos,
con la emoción y con la memoria.
Otras voces necesarias
Otras figuras importantes, como Margarita Nelken, crítica
literaria y activista, también merecen reconocimiento.
Aunque no siempre se la ha considerado una filósofa formal,
aportó ideas valiosas al debate sobre género y derechos
desde una perspectiva política y social.
En tiempos más recientes, España ha contado con pensadoras
que continúan esa tradición de pensamiento crítico y
feminista. Destacan Adela Cortina, referente en ética y
ciudadanía; Amelia Valcárcel, una de las voces más
influyentes del feminismo filosófico en nuestro país; y
Estrella de Diego, crítica cultural y pensadora clave en los
estudios de género. Estas mujeres aportan perspectivas
renovadoras que dialogan con el presente y rompen las
barreras del pasado.
Filosofar desde la resistencia
Algunas mujeres lograron hacerse oír a pesar del cerco
patriarcal. Hipatia de Alejandría, matemática y filósofa
neoplatónica, es un símbolo de resistencia frente a la
violencia y el machismo de su época. Su trágico final fue un
intento histórico por aplacar el pensamiento femenino.
Mujeres en la historia de la filosofía. Así como
Hipatia
y Sor Juana rompieron el cerco del silenciamiento en la
filosofía,
muchas otras mujeres
desafiaron el olvido y nos cedieron un patrimonio único de sensibilidad, crítica y memoria.
Inés de la Cruz, escritora y pensadora del siglo XVII en el
Virreinato de la Nueva España (hoy México). Desde su celda
en el Convento de San Jerónimo, tejió saber y rebeldía con
una lucidez que desafió a su tiempo. Como Hipatia, como
Zambrano, Sor Juana rompió el cerco del silenciamiento y nos
dejó una extensa obra.
Feminismo no es hembrismo
Quiero aclarar algo que a menudo se confunde: feminismo
y hembrismo no son lo mismo. El feminismo busca
igualdad, derribar los mecanismos tiranos que han oprimido a
las mujeres y edificar un mundo más digno para todos. El
hembrismo, en cambio, es una reacción que busca privilegios
femeninos a costa de los hombres y no promueve la justicia.
Pensadoras como bell hooks, destacada intelectual y
activista estadounidense, han enriquecido este debate,
recordándonos que el feminismo lucha contra todas las formas
de opresión y no debe confundirse con discriminar al revés.
Para mí, el feminismo es una invitación a dialogar, no a
confrontar. No se trata de invertir jerarquías, sino de
respetar y reconocer las diferencias entre todas las
personas. El feminismo es también poesía: palabra que sacude
lo reprimido del alma, emociones que transforman la historia
y la cultura, no sólo de las mujeres, sino de toda la
humanidad.
Las filósofas de mi infancia
Filosofar es también volver a la infancia, a las tardes de
verano al fresco, cuando me sentaba a escuchar con atención
a esas mujeres sabias y anónimas. Mujeres que, sin saberlo,
también filosofaban mientras hablaban de la vida, del amor,
del tiempo o del sufrimiento.
En sus palabras sencillas se escondía una forma de
pensamiento que no cabía en los libros, no porque les
faltara valor, sino porque no había forma de plasmar en
ninguna página tanto vivido, pero que era tan valiosa como
cualquier tratado académico. Ellas fueron mis primeras
maestras de filosofía, aunque no se llamaran así. Y también
merecen una mención: esas abuelas, madres, vecinas… porque
sus voces hoy quedan escritas para siempre.
Ellas, con su palabra viva, también pensaron el mundo.
También fueron filosofía.
Mari
Ángeles
Castillo
Romero
(Totalán,
Málaga)
es
escritora,
poeta,
articulista,
declamadora
y
gestora
cultural
de
España.
Ha
vivido
muchos
años
en
Málaga
capital
y
actualmente
reside
en
Estepona,
localidad
malagueña
también.
Ha
publicado
tres
libros
de
poesía:
El
Vals,
Con
tinta
verde
(Jákara
Eds.,
2024)
y,
recientemente,
ha
reeditado
Desde
la
cuna
de
Totalán
(Jákara
eds.,
2013,
2024),
en
el
que
recoge
su
obra
juvenil.
Muchos
de
sus
trabajos
han
sido
incluidos
en
multitud
de
antologías
literarias,
tanto
nacionales
como
internacionales,
como
es
el
caso
de
Sueños
&
Secretos:
Cuento
&
Poesía
(Amazon
Books,
2014),
una
obra
de
colaboración
que
ha
sido
divulgada
por
toda
Hispanoamérica
y
que
se
encuentra
como
texto
de
lectura
en
diversas
universidades.
Es
también
autora
de
artículos
y ha
colaborado
en
diversas
publicaciones
culturales
y
literarias
de
ámbito
nacional
e
internacional,
difundiendo
su
obra
tanto
en
medios
impresos
como
digitales,
entre
ellos,
el
diario
“La
Vanguardia”,
donde
publica
textos
sobre
literatura,
cultura
y
pensamiento.
En
este
sentido
cabe
decir
que
cada
viernes,
en
su
página
oficial
de
Facebook “Abrazos Poéticos”,
comparte
artículos
de
reflexión
bajo
el
título
de
“Reflexión
de
los
Viernes”,
donde
mantiene
un
diálogo
profundo
pero
cercano
con
sus
lectores.
Su
relación
con
el
mundo
literario
y
artístico
es
amplísimo;
así,
en
2002,
dirigió
el
programa
de
radio
“Un
Mundo
Llamado
Poesía”,
y ha
sido
colaboradora
e
invitada
en
emisoras
internacionales
de
México,
Argentina,
Chile,
Perú,
entre
otros
países,
en
cuyos
medios
es
conocida
como
“La
Voz
de
Málaga”.
Además,
ha
participado
en
programas
como
“Poesía
con
amor”,
de
Radio
Valencia,
y en
otros
emitidos
por
Cadena
Ser
y
Onda
Cero.
A lo
largo
de
su
carrera
ha
colaborado
en
numerosos
talleres
literarios
en
colegios,
institutos
y
asociaciones
culturales,
y ha
impartido
actividades
en
la
Facultad
de
Filosofía
y
Letras
de
la
Universidad
de
Málaga
(Filología
Española).
Fue
coordinadora
de
los
actos
Músico-Poéticos
en
los
“Días
de
Poesía”
de
la
Diputación
de
Málaga
(2014),
ha
realizado
conferencias
sobre
la
mujer
y la
literatura,
ha
organizado
galas
solidarias
que
unen
música
y
declamación,
y ha
sido
gestora
cultural
en
la
Feria
Internacional
del
Libro
en
Ecuador,
Perú,
Brasil,
Colombia
y
Panamá.
Además,
ha
participado
en
eventos
culturales
y
literarios,
como
las
“Noches
Poéticas”,
del
Museum
Jorge
Rando;
el
Museo
Revello
de
Toro,
las
“Damas
de
Noche”,
que
organiza
el
Centro
Cultural
Generación
del
27.
Entre
sus
seguidores
es
conocida
por
su
característico
saludo
«Abrazos
poéticos»,
una
expresión
que
ha
sido
adoptada
como
su
sello
personal
y
que
representa
la
conexión
emocional
y
profunda
que
busca
establecer
con
sus
lectores.
Entre otros premios y galardones nacionales e internacionales con que se ha reconocido su labor, cabe destacar los siguientes: Primer Premio del XXXIII Certamen de Poesía Casa de Melilla, Primer Premio y Premio Nacional de Declamación de España 2014 (Por dotes artísticas), Premio en el Certamen de Poesía 2018, otorgado por la Academia de las Artes y las Letras Malagueñas y Jákara Editores; Medalla de Oro, concedida por la Asociación Malagueña de Escritores; Premio Mundial Águila de Oro a la Excelencia Cultural 2023, Asociación Hispanomundial de Escritores (U.H.E.) en la Alianza Global con Mil Mentes por México Internacional (MMPMI) y la Academia de Literatura, Historia, Arte y Cultura, y Premio Mundial Águila de Oro en la modalidad Literaria 2025.
Es
miembro
de
la
Asociación
Hispanomundial
de
Escritores,
la
Asociación
Malagueña
de
Escritores
y el
Grupo
Poético
de
Estepona.