I

JORGE LUIS BORGES (Buenos Aires, 1899 – Ginebra, 1986) fue un gran admirador de la poesía uruguaya, y de ese fervor por la poesía y de su querencia y afecto por el país y sus habitantes, deja clara constancia el egregio argentino en su epílogo al libro del escritor y abogado uruguayo Ildefonso Pereda y Valdés (Tacuarembó, 1899 - Montevideo, 1996), titulado Antología de la poesía uruguaya contemporánea 1900-1927 (El Ateneo, Buenos Aires, 1927).

Pereda y Valdés fue tajante en lo referente al origen de la poesía en Uruguay. Así, en el prólogo a esa obra afirmaba: «La poesía uruguaya empieza en 1900. ¡Perdón, poetas anteriores a 1900! Vuestra inexistencia actual es suficiente garantía para que no ocupéis una parcela en esta antología».

Por su parte, en el citado epílogo a la misma, Borges escribirá sobre los caracteres de la poesía uruguaya, los que consideraba que estaban marcados con la necesidad de ser otro, de marcar diferencias con lo argentino: «heroica voluntad de diferenciarse, su tesón de ser ellos, su alma buscadora y madrugadora», que adjudicaba Borges a los “orientales”.

Ese Borges que dijo: «Yo soy medio oriental. Mi abuelo, el coronel Borges, nació en Montevideo. Inició su carrera militar a los catorce años. A los dieciséis estuvo en la batalla de Caseros, en la Cuarta División Oriental de César Díaz. De modo que él era oriental, y tengo bastante sangre oriental por los Haedo y los Lafinur». En efecto, su abuelo, Francisco Borges Lafinur, era oriundo de Montevideo, mientras que la abuela, Leonor Suárez Haedo, era de Mercedes.

Para Borges, la poesía uruguaya se diferencia de la argentina por sus escenarios: «¿Qué distinciones hay entre los versos de esta orilla y los de la orilla de enfrente? La más notoria es la de los símbolos manejados. Aquí la pampa o su inauguración, el suburbio; allí los árboles y el mar. El desacuerdo es lógico: el horizonte del Uruguay es de arboledas y cuchillas, cuando no de agua larga; el nuestro de tierra».

  

 

 

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986), escritor, poeta, ensayista y traductor argentino, es autor de una obra que ha abarcado ampliamente la literatura filosófica y el género fantástico, e influyó profundamente en el realismo mágico de la literatura latinoamericana durante el siglo XX, razón por la cual es mundialmente considerado una figura clave tanto para la literatura en habla hispana como para la literatura universal. Aunque en 1980 recibió el Premio Cervantes, por razones políticas le fue negado sistemáticamente el Premio Nobel de Literatura, al que fue candidato durante 30 años.

  

  

Según Borges, la diferencia entre los de una margen y otra del Río de la Plata está en que el oriental nace a «la vera de hondos árboles y de largas cuchillas» y se instala en «quintas y ceibales» y esto explica la tendencia de la poesía uruguaya en «un sentir dramático de conflicto de ramas que se atraviesan como voluntades», sentir opuesto al de la poesía porteña, «cuyos ejemplares y símbolos fueron siempre el patio y la pampa, arquetipos de rectitud». Los uruguayos, dice Borges, son belicosos y serios, mientras que los «hombres de pampa y de derechas calles» somos haraganes y frecuentemente irónicos.

Finaliza Borges el epílogo a la Antología de Pereda Valdés con la siguiente reflexión con referencia a argentinos y uruguayos: «Los argentinos vivimos en la haragana seguridad de ser un gran país, de un país cuyo solo exceso territorial podría evidenciarnos, cuando no la prole de sus toros y la feracidad alimenticia de su llanura. Si la lluvia providencial y el gringo providencial no nos fallan, seremos la Villa Chicago de este planeta y aun su panadería. Los orientales, no. De ahí su claro que heroica voluntad de diferenciarse, su tesón de ser ellos, su alma buscadora y madrugadora. Si muchas veces, encima de buscadora fue encontrada, es ruin envidiarlos. El sol, por las mañanas, suele pasar por San Felipe de Montevideo antes que por aquí».

Por si hubiese alguna duda del afecto que Jorge Luis Borges tenía por Uruguay, ese país que una vez le dijo a Ernesto Sábato, quien curiosamente fuera el segundo escritor argentino en recibir en 1984 el Premio Miguel de Cervantes, el primero había sido Borges, que su Uruguay estaba «hecho con recuerdos míos de infancia».

Se cuenta que una vez Borges escandalizó a sus amigos porteños y a su propia madre cuando externó: «La nacionalidad de una persona no se debe al sitio donde fue engendrada. Y mi padre me aseguraba haberme engendrado en la estancia de mi tío Francisco Haedo, Pancho, en el Río Negro. Por lo tanto, yo sería oriental, ¿no le parece?».

  

 

 

Ildefonso Pereda Valdés (Tacuarembó, 1899 - Montevideo, 1996), abogado, escritor, polígrafo, investigador, historiador, profesor y político, fundó en 1920 y dirigió la revista “Los Nuevos”, en la que se publicaron por primera vez en Uruguay artículos de Apollinaire, Cocteau, Jacob y Reverdy. Fue miembro de relevancia de diversas Instituciones Internacionales de Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Brasil, México, Venezuela, Cuba, EE UU, España y Portugal. Una de sus principales contribuciones fue la de iniciar e impulsar la «cruzada negra» en Uruguay que fomentó el estudio y difusión de la cultura y tradiciones afrouruguayas. Y es el autor de la Antología de la moderna poesía uruguaya (1927), con una introducción que anuncia el contenido uruguayo de la obra y un epílogo de Jorge Luis Borges, en el que se vuelca en cuerpo y alma sobre todo lo uruguayo.

  

  

  

II

Hay un poema de Jorge Luis Borges, incluido en su libro Para las seis cuerdas (1965), donde evoca en quince estrofas su afecto por el Uruguay. Su título es “Milonga para los orientales” y paso a compartirlo con ustedes:

  

Milonga para los orientales

  

Milonga que este porteño

dedica a los orientales,

agradeciendo memorias

de tardes y de ceibales.

 

El sabor de lo oriental

con estas palabras pinto;

es el sabor de lo que es

igual y un poco distinto.

 

Milonga de tantas cosas

que se van quedando lejos;

la quinta con mirador

y el zócalo de azulejos.

 

En tu banda sale el sol

apagando la farola

del Cerro y dando alegría

a la arena y a la ola.

 

Milonga de los troperos

que hartos de tierra y camino

pitaban tabaco negro

en el Paso del Molino.

 

Milonga del primer tango

que se quebró, nos da igual,

en las casas de Junín

o en las casas del Yerbal.

 

Como los tientos de un lazo

se entrevera nuestra historia,

esa historia de a caballo

que huele a sangre y gloria.

 

Milonga de aquel gauchaje

que arremetió con denuedo

en la pampa, que es pareja,

o en la Cuchilla de Haedo.

 

¿Quién dirá de quienes fueron

esas lanzas enemigas

que irá desgastando el tiempo,

si de Ramírez o de Artigas?

 

Para pelear como hermanos

era buena cualquier cancha;

que lo digan los que vieron

su último sol en Cagancha.

 

Hombro a hombro o pecho a pecho,

cuántas veces combatimos.

¡Cuántas veces nos corrieron,

cuántas veces los corrimos!

 

Milonga del olvidado

que muere y que no se queja;

milonga de la garganta

tajeada de oreja a oreja.

 

Milonga del domador

de potros de casco duro

y de la plata que alegra

el apero del oscuro.

 

Milonga de la milonga

a la sombra del ombú,

milonga del otro Hernández

que se batió en Paysandú.

 

Milonga para que el tiempo

vaya borrando fronteras;

por algo tienen los mismos

colores las dos banderas.

  

  

  

  

  

  

  

   

Washington Daniel Gorosito Pérez (Montevideo, Uruguay, 1961). Periodista, poeta, ensayista y conferenciante. Catedrático de Universidad y columnista de análisis internacional y asuntos de defensa en periódicos de México, Uruguay, Argentina y Ecuador. Su labor literaria ha sido reconocida con diversos galardones provinciales, nacionales e internacionales.

Entre los últimos que le han sido concedidos destacan el Premio Concurso de Cuentos “Líbano” y el Premio Concurso de Poesía “Profesor Nassime Hanna Nasser”, ambos otorgados en 2010 por la Sociedad Libanesa del Uruguay. En el V Concurso Literario de Poesía y Narrativa “Espacio Mixtura 2016” logró situarse en un meritorio tercer puesto.

En su repertorio como escritor hay que destacar los ensayos históricos Fray Bartolomé de las Casas: Un Quijote en América (1993) y José María Luis Mora, con su pensamiento cambió la Historia (1994), y los ensayos literarios Sor Juana Inés de la Cruz: Sin Tiempo en los Tiempos (1998) y Análisis de la obra Poética del Escritor José Gorosito Tanco (2001). Es autor también de diversas obras de creación, entre cuyos últimos títulos publicados cabe citar Palabras Perdidas (2002) y Letras Dispersas (2003).

Ha participado como colaborador en antologías varias, como Así Cantan los Poetas (Tomo 1, 2006) y Antología de Microcuentos (Universidad Iberoamericana León e Instituto Cultural de León, México, 2009), entre otros títulos.

Es miembro de la Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP), Poetas del Mundo y Red Mundial de Escritores en Español (REMES).

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. Edición no venal. Sección 3. Página 13. Año XXII. II Época. Número 115. Abril-Junio 2023. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2023 Washington Daniel Gorosito Pérez. © Las imágenes han sido extraídas, a través del buscador Google, de diferentes sitios de Internet relacionados con la temática que el autor desarrolla en su artículo y se usan exclusivamente como ilustraciones. En todo caso, cualquier derecho que pudiese concurrir sobre ellas pertenece a su(s) creador(es).. Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2023 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3, Ático G. 29730. Rincón de la Victoria (Málaga).

   

     

 

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