EL 15 DE MAYO del 2012 fallecía en su querida Ciudad de México el escritor Carlos Fuentes. Uno de los escritores más destacados de esta potencia cultural e integrante del denominado “boom latinoamericano”.

Obra literaria, galardones y reconocimientos

Diplomático e intelectual cosmopolita, autor de novelas, cuentos, ensayos y obras de teatro, entre su novelística cabe destacar títulos como La región más transparente, Aura, Cambio de piel, La muerte de Artemio Cruz y Terra Nostra, Gringo viejo, La silla del águila y Aquiles o El guerrillero y el asesino.

Entre sus ensayos encontramos trabajos como Cervantes o la crítica de la lectura, La nueva novela hispanoamericana, El espejo enterrado, La gran novela latinoamericana y Geografía de la novela, París. La revolución de mayo, Tiempo mexicano, Nuevo tiempo mexicano, En esto creo y Por un progreso incluyente.

Carlos Fuentes escribió también guiones cinematográficos, entre los que podemos citar títulos como Pedro Páramo, ¿No oyes ladrar los perros?, Tiempo de morir (en colaboración con García Márquez), Los Caifanes o El gallo de oro (este con García Márquez y Roberto Gavaldón, partiendo de una historia de Juan Rulfo). Es autor, asimismo, del libreto de la ópera Santa Anna (sobre el político, militar y dictador mexicano Antonio López de Santa Anna, con música de compositor cubano José María Vitier).

En múltiples ocasiones fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa por universidades de todo el mundo y, entre los diversos galardones con que ha sido premiada su labor literaria, cabe destacar el Premio Nacional de Literatura de México (1984), el Premio Cervantes (1987), el Premio Internacional Menéndez Pelayo (VI edición, 1992) y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1994).

Carlos Fuentes en estadio puro

En su discurso de recepción del Premio Cervantes, cuyo acto tuvo lugar en la Universidad de Alcalá de Henares, por ser esta ciudad que vio nacer al mejor novelista de todos los tiempos, refiriéndose a la grandeza de dicho autor, el escritor mexicano afirmó que «Miguel de Cervantes, nos ofrece la creación de una realidad paralela a la del mundo existente. Una realidad que no existía previa a la publicación del libro y que ahora existe, no porque el novelista la haya creado, sino porque el escritor nos ha permitido ver lo que ya estaba, y no lo veíamos, o lo que aún faltaba y no lo imaginábamos».

Cuando fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, Carlos Fuentes dijo en su alocución: «Interpreto todo premio que se me da como un premio para mi país, México, y la cultura de mi país, fluida, alerta, no ideológica, parte inseparable del dramático proceso de transición democrática y de afirmación de los valores de la sociedad civil, que vivimos hoy, con esperanza decidida, 90 millones de mexicanos. A mi patria y a sus valores hago acreedores de este premio».

Carlos Fuentes, un candidato permanente al Nobel de Literatura

Carlos Fuentes fue un candidato permanente al Nobel de Literatura. Cobran especial sentido las declaraciones que hizo Mario Vargas Llosa ante la prensa cuando en 2010 le fue concedido el galardón. En esa ocasión, el peruanoespañol dejó constancia de su firme deseo de que el próximo autor en lengua española en recibirlo fuera el mexicano. Con referencia al Nobel y el “boom latinoamericano”, Fuentes había declarado unos años antes: «Cuando se lo dieron a García Márquez, me lo dieron a mí, a mi generación, a la novela latinoamericana que nosotros representamos en un momento dado. De manera que yo me doy por premiado».

Mexicano nacido en Panamá

Este mexicano universal había nacido en Panamá el 11 de noviembre de 1928, debido a que su padre era un diplomático mexicano de carrera y se encontraba en ese país hermano desempeñando sus funciones representativas. Con el tiempo, y siguiendo la carrera familiar, Carlos Fuentes sería, entre 1975 y 1977, embajador de México en Francia. Su formación pluricultural, lo transformará con los años en un intelectual cosmopolita que le va a posibilitar ocupar la cátedra de español y su literatura en universidades de tanto prestigio como Harvard, Pensilvania, Princeton o Darmouth College.

Un autor crítico con la política social de México y Latinoamérica

Fue Carlos Fuentes un autor tan prolífico como comprometido con su tiempo. Para Fuentes, política y literatura son inseparables en América Latina: sus obras tienen implícita una valiente crítica social desde siempre. Mucho se le ha extrañado, pues, en esta década que ha transcurrido de su fallecimiento, no solo su escritura literaria, sino también por su personal compromiso con México y su gente en momentos tan difíciles como los que vivimos actualmente en Iberoamérica. Se extraña su erudición y la agudeza y calidad de sus reflexiones en cuestiones sociales y políticas.

Refiriéndose a México, en unas declaraciones suyas llegó a afirmar: «Un país de más de 100 millones de habitantes que no puede darle trabajo, comida o educación a la mitad de la población; un país que no sabe emplear a los millones de obreros que necesita para construir carreteras, presas, escuelas, viviendas, hospitales; un país donde el hambre, la ignorancia o el desempleo conducen al crimen y una criminalidad que lo invade todo, el policía es criminal, el orden se desintegra, el político es corrupto…». No menos crítico y punzante fue cuando expresó con ironía: «En México, en toda la América Latina, tomamos la retórica por realidad. Progreso, democracia, justicia. Nos basta pronunciarlas para creer que son ciertas. Por eso, vamos de fracaso en fracaso».

Un homenaje apologético y de nostalgia 

Hace unos días, en el homenaje “10 Años sin Carlos Fuentes. Homenaje a su Vida y a su Obra”, organizado en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con motivo de los 10 años del fallecimiento del escritor, la profesora Florence Olivier, académica de la Université Sorbonne Nouvelle (París 3), definió a Carlos Fuentes como «el abridor de las conciencias, el guardián de la memoria prehispánica y el tentador de la región más transparente».

En ese evento, la profesora Olivier dio lectura a un texto elogiando los personajes y la personalidad de Carlos Fuentes, que presentó a manera del siguiente acróstico:

“C de Cervantes o la crítica de la lectura, “c” de ciudad y “c” de cine, dos amores de Carlos Fuentes. “C” de cuento, maestro cuentista, era, es y será Carlos Fuentes. “A” de todas las artes: arquitectura, danza, música, pintura, teatro, todas se concentran y transmutan en las cartas de relación de Fuentes”. “R” de la revolución, la conciliadora de todos los tiempos de México, la “L” de lengua la española, la viajera la transterrada y rayada de náhuatl. “O” de otro, de aquellos otros que no deja imaginar Carlos Fuentes. “S” de sueño, el mundo de los posibles”.

Carlos Fuentes, un eterno enamorado de la lengua española

A lo largo de su vida, Fuentes afirmó y demostró estar enamorado del español. En tiempos de su trabajo como diplomático, siempre prefirió usarlo a otra lengua. Su viuda, la periodista Silvia Lemus, recordó que, en una entrevista que le hizo a su esposo en cierta ocasión, le preguntó por qué no escribía en inglés si el inglés era un idioma que dominaba. La respuesta del Cervantes 1987 a la pregunta de la cónyuge periodista se concretó en la afirmación de que nunca había dudado de ser mexicano. A lo que Lemus agregó: «Fuentes decía que el oro se lo llevaron los españoles, pero nos dejaron el idioma, el español».