«Dios es el silencio del universo, y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio.»

JOSÉ SARAMAGO, en cita de Juan J. Tamayo, El País, 17 Octubre 2010.

  

  

  

Introducción

Caín es la última novela que escribió José Saramago (1922-2010). Se publicó en 2009. Póstumamente apareció Claraboya (2011), escrita en 1953. Es una novela divertida, acaso burlesca; quizás, desde un punto de vista cristiano, irreverente y herética.

Hay chistes religiosos que, como todo chiste, trasgreden las normas establecidas, las creencias dominantes, las costumbres o hábitos sociales. Pero la historia que Saramago nos presenta del bíblico Caín va más allá de una mera sucesión de anécdotas cómicas y/o humorísticas basadas en los hechos y personajes que el Génesis nos relata. Caín como novela nos hace reflexionar sobre la interpretación literal de la Biblia, si es que ello no lo tuviéramos ya asumido. De cualquier forma, resulta una novela divertida que nos supone no solo aceptar la serie de presuposiciones y convencionalismos de los que parte Saramago, sino también sus artificios, ardides, recursos literarios. De ellos hablaremos.

El estudio de este texto con procedimientos y criterios de estilística computacional nos revela que el texto consta de 43658 totales, de las que son distintas 7010, que las 100 primeras palabras (23834/43658) representan el 54,592% y las mil primeras (35109/43658) representan el 80,418%. Al comparar las palabras del texto con las predicciones de Zipf, llegamos a la conclusión de que, al contrario de otros textos literarios españoles —estamos en una traducción— las predicciones de uso de las palabras de igual frecuencia es muy cercano a la predicciones, salvo en aquellas voces cuya frecuencia es alta: de, que, determinativos…

En otro punto del análisis computacional se nos revela que son abundantes las formas verbales de Ser, lo que nos lleva a la consideración de abundancia de afirmaciones en las que los personajes expresan sus convicciones o bien las certezas que el narrador quiere poner de manifiesto. Por ejemplo: «Un asunto que no puede dejarse sin inmediata referencia ES el profundo aburrimiento que supusieron tantos años sin vecinos, sin distracciones, sin un niño gateando entre la cocina y el salón, sin otras visitas que las del señor...».

  

Caín como fábula. Sus rasgos

José Saramago es un escritor imaginativo, fabulador, capaz de crear alegorías sin que falte el ritmo narrativo que mantenga atento al lector. La fábula que este caso nos presenta está basada en el Génesis y se centra en la vida de Caín y, naturalmente, su familia.

Nos cuenta la creación de Adán y Eva como un capricho del señor, llamado dios: «Cuando el señor, también conocido como dios, se dio cuenta de que a adán y eva, perfectos en todo lo que se mostraba a la vista, no les salía ni una palabra de la boca ni emitían un simple sonido, por primario que fuera, no tuvo otro remedio que irritarse consigo mismo, ya que no había nadie más en el jardín del edén a quien responsabilizar de la gravísima falta…».

El no usar mayúsculas en los nombres propios es una peculiaridad. Por otra parte, tengamos en cuenta que esta cita es el comienzo de la novela. Como un capricho divino nos presenta también la prohibición de comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Sus razonamientos son los siguientes:

«Este episodio, que dio origen a la primera definición de un hasta entonces ignorado pecado original, nunca ha quedado bien explicado. En primer lugar, porque incluso la inteligencia más rudimentaria no tendría ninguna dificultad en comprender que estar informado siempre es preferible a desconocer, sobre todo en materias tan delicadas como son estas del bien y del mal, en las que uno se arriesga, sin darse cuenta, a la condenación eterna en un infierno que entonces todavía estaba por inventar. En segundo lugar, clama a los cielos la imprevisión del señor, ya que, si realmente no quería que le comiesen del tal fruto, fácil remedio tendría la cosa, habría bastado con no plantar el árbol, o con haberlo puesto en otro sitio, o con rodearlo de una cerca de alambre de espino. En tercer lugar, no fue por haber desobedecido la orden de dios por lo que adán y eva descubrieron que estaban desnudos. Desnuditos, en pelota viva, ya estaban ellos cuando se iban a la cama, y si el señor nunca había reparado en tan evidente falta de pudor, la culpa era de su ceguera de progenitor, la misma, por lo visto incurable, que nos impide ver que nuestros hijos, al fin y al cabo, son tan buenos o tan malos como los demás».

La cita nos revela la ironía del narrador, la intención cómica por el tono desenfadado del relato y el modo de las alusiones a la narración bíblica. Y, a la vez, el implícito sentido crítico frente a unos hechos que, en la literalidad en la que son narrados, suponen un infantilización —con perdón de los niños— del hecho trascendente de la aparición de los seres humanos en la tierra. En toda la novela va a predominar la intención de presentarnos a un señor dios caprichoso y un juego —divertido, socarrón— con la literalidad de los versículos bíblicos.

  

  

  

José de Sousa Saramago (Azinhaga, 1922 - Tías, Lanzarote, 2010) cultivó el ensayo, la poesía, el teatro y la novela, género este en el que la Crítica lo asocia al Realismo Mágico. En 1995, recibió el Premio Camõens y, en 1998, el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose (hasta ahora) en el primer y único escritor en lengua portuguesa que lo ha recibido.

   

  

Caín mata a Abel movido por el malestar que le produce el hecho de que al señor dios le agradan más los sacrificios del pastor que los del campesino. Y, además porque Abel «En lugar de compadecerse de la tristeza del hermano y consolarlo, se burló de él, y, como si eso fuese poco, se puso a enaltecer su propia persona, proclamándose, ante el atónito y desconcertado caín, un favorito del señor, un elegido de dios». ¿Se justifica así el asesinato? Saramago va más lejos en la explicación de la muerte de Abel: Caín culpa a Dios como consentidor del crimen:

«Quise ponerte a prueba, Y quién eres para poner a prueba lo que tú mismo has creado, Soy el dueño soberano de todas las cosas, Y de todos los seres, dirás, pero no de mi persona ni de mi libertad, Libertad para matar, Como tú fuiste libre para dejar que matara a abel cuando estaba en tus manos evitarlo, hubiera bastado que durante un momento abandonaras la soberbia de la infalibilidad que compartes con todos los demás dioses, hubiera bastado que, por un momento, fueses de verdad misericordioso, que aceptases mi ofrenda con humildad, simplemente porque no deberías rechazarla, porque los dioses, y tú como todos los otros, tenéis deberes para con aquellos a quienes decís que habéis creado, Ese discurso es sedicioso, Es posible que lo sea, pero te garantizo que, si yo fuese dios, diría todos los días, Benditos sean los que eligieron la sedición porque de ellos será el reino de la tierra, Sacrilegio, Lo será, pero en cualquier caso nunca mayor que el tuyo, que permitiste que abel muriera, Tú has sido quien lo ha matado, Sí, es verdad, yo fui el brazo ejecutor, pero la sentencia fue dictada por ti, La sangre que está ahí no la derramé yo, caín podía haber elegido entre el bien y el mal, si eligió el mal pagará por eso, Tan ladrón es el que va a la viña como el que se queda vigilando al guarda, dijo caín…».

Es necesario admitir la heterodoxia del diálogo entre Dios y Caín: se admite la existencia de otros dioses creadores, como habrá que admitir que hay otras gentes en el mundo cuando, al ser expulsados Adán y Eva del Edén, el ángel querubín les recomienda que «Oíd, no demasiado lejos de aquí pasa un camino frecuentado de vez en cuando por caravanas que van a los mercados o que regresan de ellos, mi idea es que deberíais encender una hoguera que produzca humo, mucho humo, de modo que pueda ser visto desde lejos…». Con la propia espada de fuego, el guardián del Edén les ayuda a encender el fuego. La caravana los ve, ellos se incorporan a la misma hasta llegar al lugar donde Adán encuentra trabajo. El comentario a estas recomendaciones del ángel constituyen una valiosa reflexión, muy propia de Saramago: «El plan era excelente, hay querubines en el mundo que son una auténtica providencia, mientras el señor, por lo menos en este experimento, no se preocupó nada por el futuro de sus criaturas, azael, el guarda angélico encargado de mantenerlas apartadas del jardín del edén, las acogió cristianamente, les garantizó la comida y, sobre todo, las habilitó para la vida con algunas preciosas ideas prácticas, un verdadero camino de salvación para el cuerpo, y, por tanto, para el alma».

Allá nacerán Caín, Abel y, después de 130 años, Set, «…el hijo tercero de la familia, sólo vendrá al mundo ciento treinta años después, no porque el embarazo materno necesitase tanto tiempo para rematar la fabricación de un nuevo descendiente, sino porque las gónadas del padre y de la madre, los testículos y el útero respectivamente, tardaron más de un siglo en madurar y desarrollar suficiente potencia generadora. Hay que decirles a los impacientes que el fíat ocurrió una vez y nunca más, que un hombre y una mujer no son máquinas de rellenar chorizos, las hormonas son cosas muy complicadas, no se producen en un ir y venir, no se encuentran en las farmacias ni en los supermercados, hay que dar tiempo al tiempo».

La explicación de la razón del nacimiento de Set, tras 130 años, nos da el tono distendido, imaginativo y humorístico de la novela.

  

La peregrinación de Caín

Caín es condenado a la huida con el seguro de que nadie podrá matarlo: «Andarás errante y perdido por el mundo, Siendo así, cualquier persona me podrá matar, No, porque pondré una señal en tu frente, nadie te hará daño, pero, como pago por mi benevolencia, procura tú no hacer daño a nadie, dijo el señor tocando con el dedo índice la frente de caín, donde apareció una pequeña mancha negra, ésta es la señal de tu condenación, añadió el señor, pero es también la señal de que estarás toda la vida bajo mi protección y bajo mi censura, te vigilaré dondequiera que vayas…».

Ahí comienza la vida errática de Caín. Saramago le hace presenciar numerosas historias de las que recoge la Biblia, además de contarnos su aventura amorosa con Lilith, que, aunque casada, concibe un hijo de él, Enoc, que da nombre a una ciudad. Entre los episodios bíblicos en los que, de algún modo, presencia o participa Caín, podemos enumerar: el sacrificio de Isaac por su padre Abraham, la destrucción de Sodoma y Gomorra, el diluvio, la construcción de la torre frustrada por la confusión de lenguas decretada por el señor dios, Job… Como justificación literaria nos comenta el narrador que Caín tiene el don de pasar de un presente a otro, como recoge las siguientes citas: «…si el paso de un presente a otro tardaba, no le quedaría otro remedio que andar errante por esos desiertos guiándose por las estrellas cuando fuera noche y esperando que volvieran a aparecer cuando fuese día». «No tuvo que andar mucho para dejar el triste presente de las tierras de uz y verse rodeado de verdeantes montañas, de lujuriosos valles por donde corrían riachuelos de la más pura y cristalina agua que ojos humanos hubieran visto y boca saboreado alguna vez».

  

Saramago es autor de notables títulos, como Levantado del suelo (1980), Ensayo sobre la ceguera (1995), Las intermitencias de la muerte (2005) y Caín, publicada en 2009 y objeto de este estudio nuestro, si bien la novela que lo catapultó a la fama fue El Evangelio según Jesucristo (1991), origen de su controversia con el gobierno portugués y causa de su autoexilio a la isla canaria de Lanzarote.

   

  

La técnica narrativa

1. Saramago, el narrador, habla a los lectores a quienes va contando la historia. Por ello, de cuando en cuando, introduce aclaraciones y/o explicaciones adicionales: hemos visto un ejemplo a propósito de la concepción y nacimiento de Set, el tercer hijo de Adán y Eva. En otras ocasiones dice: «Habrá quienes piensen que el malicioso caín está divirtiéndose con la situación, jugando al ratón y al gato con sus inocentes compañeros de navegación, a los que, como el lector ya ha sospechado, está eliminando uno a uno. Se equivoca quien así lo crea. Caín dirime su rabia contra el señor como si estuviese preso entre los tentáculos de un pulpo, y estas sus víctimas de ahora sólo son, como abel lo fue en el pasado, otras tantas tentativas de matar a dios». (Es el episodio del viaje con Noé y familiares en el arca). O: «Una cuestión de orden. Antes de proseguir con esta instructiva y definitiva historia de caín a la que, con nunca visto atrevimiento, arrimamos el hombro, tal vez sea aconsejable, para que el lector no se vea confundido por segunda vez con anacrónicos pesos y medidas, introducir algún criterio en la cronología de los acontecimientos. Así lo haremos, pues, comenzando por aclarar alguna maliciosa duda por ahí levantada sobre si adán sería competente para hacer un hijo a los ciento treinta años de edad. A primera vista, no, si nos atenemos a los índices de fertilidad de los tiempos modernos, pero esos ciento treinta años, en aquella infancia del mundo, poco más habrían representado que una simple y vigorosa adolescencia que hasta el más precoz de los casanovas desearía para sí. Conviene recordar, además, que adán vivió hasta los novecientos treinta años…».

2. Como esta y otras citas revelan, Saramago escribe desde el presente, teniendo en cuenta las situaciones y medios de la actualidad.

3. Introduce anacronismos o los “discute” en referencia al pasado: «hasta entonces ignorado pecado original»; «un infierno que entonces todavía estaba por inventar», «las acogió cristianamente»…

4. Especial forma de introducir el diálogo, tal como las citas revela.

  

Conclusión

Novela singular propia de un genio de la fabulación, alegórica o no. Como lectores hemos de admitir la heterodoxia y el presentar al señor dios como un habitante más de los cielos y con un comportamiento caprichoso con los humanos que ha creado. Los chistes que se permite respecto a la llamada historia sagrada forman parte de la invitación a reflexionar sobre todas las cuestiones, incluida la religión, que nos importan como humanos. La realidad presentada en una novela puede formar parte, como un episodio más, de la realidad cotidiana, la fabulación nos ofrece una dimensión diferente que, aun incluyendo la propia realidad, nos hace verla desde ángulos en los que ni siquiera habíamos pensado.

  

  

  

   

  

  

  

  

Antonio García Velasco (Fuente Piedra, Málaga). Escritor, ensayista y articulista. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Oviedo y Doctor en Filosofía y Letras (Sección de Filología Hispánica) por la Universidad de Málaga. En la actualidad es Profesor Honorífico de la Universidad de Málaga y miembro de la Asociación Andaluza de Críticos Literarios. Ha cultivado la lírica, la narrativa (novela y cuento), el ensayo y programas de informática para la docencia de la lengua y la literatura.

Poesía: entre sus obras de creación lírica figuran los poemarios Fuego sordo (1975), Marchamar andalusí (1977), Se rompe hasta la vida cotidiana (1980), Des(h)echa la ciudad (1980), Ulises desangrado (1982), Demonolatrías (Corona del Sur, Málaga, 1985), Amor compiuter (1987), El libro olvidado (1988), Escritos dadaístas o la eficacia y operatividad del lenguaje C (Corona del Sur, Málaga, 1990), Un libro para el gozo (Puente de la Aurora, Málaga, 1994), Inter-nos (1994), Lejano siglo XX (1997), PsilocibinA (Corona del Sur, Málaga, 1998), Las heridas de amor (1999), Altos vuelos (2000), Una carta de amor (Corona del Sur, Málaga, 2002), Infinito mar que es el vivir (Corona del Sur, Málaga, 2003), Hojas ustibles (Ayuntamiento de Málaga, Málaga, 2005), Fábulas de reencarnación (Libros Encasa, Málaga, 2016), Cantares de flores nuevas. Haikus, solerares, pajaronas y otras estrofas populares en tiempos modernos (KDP-Amazon, 2020) y Duet of Reflection (Jumpa Books, 2022), poemario de haikus, en colaboración con Ikuro Yoshimura, entre otros títulos.

Narrativa (novela y cuento): de los títulos de su obra en prosa, cabe citar Un príncipe encantador. Cuento para niños y niñas de hasta 99 años (1998), Altos vuelos (2000), Una carta de amor (2002), Infinito mar que es el vivir (2003), Hojas ustibles (2005), Amores y tiempos. Relatos (2014), Lejano siglo XX. Novela de ciencia y ética ficción (2014), Cajón de sastre. Objetos animados 1 (2015), Profesor de poesía (Ediciones del Genal, Málaga, 2016), Memorias de "Mi eterna llamarada" (Ediciones del Genal, 2016), El pueblo de los misterios. (Trilogía del misterio) (2017), Un dilema de amor. Mucho más que un dilema de amor ha de resolver Gustavo, el personaje de esta historia (2018), Homo Vampyrus. El eslabón supremo en la cadena trófica (KDP-Amazon, 2019), Encuentros inesperados (KDP-Amazon, 2020), La empoderada y maldiciente Sara (KPP-Amazon, 2020) y Estupor.5 (Ediciones Algorfa, 2022), novela de intriga con una dosis de drama, un thriller literario, en colaboración con otros cuatro autores.

Ensayos: de sus trabajos de investigaciónn y libros metodológicos hay que mencionar el Método de comentario de textos y Comentario a “Los pedazos del sonido”, poema de Francisco Peralto (1978), Método de comentario de textos. Teoría y práctica (1986), Enunciado, estructura, reescritura y función (1994), Estudios filológicos con procedimientos informáticos: desarrollo, aplicabilidad y rendimiento de programas en ordenadores personales (1996), Poética (1994), Propuestas metodológicas para el conocimiento de la obra literaria (Ensayos sobre literatura española actual) (1996), Análisis de la poesía de Antonia López García (con procedimientos de estilísticas computacional) (1998), Un príncipe encantador (Cuento para niños y niñas de hasta 99 años), que incluye un disco con programa de actividades y pasatiempos (1998); Las cien mil palabras de la poesía de Lorca (1999); Búhos del 98. Sobre ideas y literatura de la Generación del 98 (CEDMA, Málaga, 1999), La mujer en la literatura medieval española (2000), La poesía de Emilio Prados. Estudio y valoración (2000), La poesía de Luis Cernuda. Estudio y valoración ante su centenario (2005), El lenguaje de los cuentos infantiles (2005) y 30 poetas andaluces actuales. Vocabulario y recursos (2005), Poesía visual en un dominó didáctico. Dominó didáctico de 28 fichas. Poemas visuales de Francisco Peralto (Corona del Sur, 2013) y otros más.

Colaboraciones: Ha colaborado en antología líricas y ensayísticas, como Relatos del Sur. De Tartesssos al siglo XXXV de la Era Edénica (Aljaima, Málaga, 1997), Poesía andaluza en libertad. (Una aproximación antológica a los poetas andaluces del último cuarto de siglo) (2001), Poesía en los barrios (2001), Poemas escritos a la vera del mar (2004), Estudio y reflexiones sobre la Educación social (participa como coordinador y autor de un capítulo) (2004); Alcazaba I. Poesía actual en Málaga, que incluye un CD con la antología poética “Bajel navegando por la poesía actual en Málaga” (Librería Ágora, Málaga, 2005), Poemas escritos a la vera del mar (2004), Ensayos sobre Albert Camus. Clásicos del Siglo XX, 1 (2015), La Ciudad en la Cumbre (Torreparedones) [eds.: J. A. Santano & M. Gahete Jurado] (2015). Ayuntamiento de Baena, Baena (Córdoba). Ensayos sobre Antonio Machado. Clásicos del Siglo XX (2017) y Ensayos sobre Blas de Otero. Clásicos del Siglo XX, 2 (2017).

Informática: Como profesor interesado en la aplicación de la informática a la docencia, ha desarrollado programas de ordenador para la enseñanza de la lengua y la literatura, entre los que cabe mencionar Analizador, Métrica, Cuentos para cuentos, Poética, Adivina adivinanza, 12 viñetas, ATRIL-e, Secuencias, ATRIL2-e, HESCREA (Herramientas de Escritura Creativa), Comentario, CreaEjercicios, CreaDominós, SopaLetras y Bajel: Navegando por el cuento de Cencienta, entre otros. Merece especial mención Bajel: Navegando por la Literatura actual en Andalucía, que fue distinguido con el segundo «Premio Joaquín Guichot» a proyectos educativos.

Colaboraciones periodísticas: Ha presentado numerosas comunicaciones y ponencias en diferentes congresos nacionales e internacionales, publicadas luego en las correspondientes actas. Es autor también de más de doscientos artículos sobre temas de literatura, lengua, crítica literaria o didáctica, publicados en prensa, suplementos literarios o revistas especializadas. Ha colaborado como columnista de opinión en el Diario La Torre y el Diario Málaga-Costa del Sol (con su columna “Marinas”), y en el suplemento dominical de este periódico, Papel Literario, con artículos de crítica literaria.

En la actualidad, y dentro de las actividades que organiza ASPROJUMA, coordina y presenta la sección el «Aula de Poesía en la UMA», que tiene como finalidad presentar autores y obras y organizar lecturas de textos selectos.

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. Sección 3. Página 11. Año XXI. II Época. Número 113. Octubre-Diciembre 2022. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2022 Antonio García Velasco. © Las imágenes se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a su(s) creador(es). Depósito Legal MA-265-2010. Diseño y maquetación: EdiBez. © 2002-2022 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3, Ático G. 29.730. Rincón de la Victoria (Málaga).

    

    

   

  

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