EXTRA

   

   

  

  

  

   

   

  

ENTRE FINES DEL siglo XIX y principios del XX, miles de inmigrantes europeos y, en menor número, de otras latitudes desembarcaron en el puerto de Montevideo. Personas que no habían podido desarrollar sus proyectos de vida en sus países de origen, venían por familias enteras a estas tierras de promisión, cargados de ilusiones y dispuestos a trabajar muy duro. Entre ellos, muchos fueron los que procedían de las tierras vascas.

   

VASCOS EN URUGUAY

El vínculo de lo vasco con lo uruguayo se inicia con Bruno Mauricio de Zavala y Gortázar, fundador, en 1724, de la ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo, hoy capital de la República Oriental del Uruguay. Era vasco y había nacido en Durango, localidad del señorío de Vizcaya.

Los vascos se distinguieron en todos los sectores de la actividad nacional: la industria, el comercio, la agricultura, las artes y las ciencias… y las letras no fueron la excepción. Quien esto escribe también tiene raíces vascas (de Ceberio, municipio de la provincia de Vizcaya).

Con gran placer comparto este poema de mi autoría a la ciudad que me vio nacer:

 

MONTEVIDEO

  

Montevideo

vistes tu cuerpo de siglos,

silencioso y gris.

 

Ciudad oxidada,

el pasado es polvo.

 

En tus muros,

el pueblo hace poesía.

 

Anónimas angustias se desplazan,

miradas distraídas y lejanas,

la memoria germinando,

recuperando historias que nos pertenecen,

perpetua tristeza.

  

Museo de Blanes, Rosedal del Prado y Tango llorón.

 

De ahí que Carlos M. González Mendilaharzu, en su escrito: “Reseña histórica de la actuación de los vascos en la vida del pueblo oriental” (ponencia presentada en el VII Congreso de Estudios Vascos, celebrado en 2003 en San Sebastián–Donostia), afirme que, desde los potentados a los más humildes, los vascos son siempre apreciados en la República Oriental del Uruguay, donde se les considera ciudadanos honestos y laboriosos que han contribuido a la prosperidad del país que los acogió con los brazos abiertos.

En relación con esa exaltación de los vascos en el territorio Oriental, transcribo una estrofa tomada de un poema de 1922 de José Mendiague Larregain (1845-1937), nacido en Aldude (Baja Navarra), que con tres años se muda con la familia a Hasparren (en la zona vasco-francesa) y que en 1863, con 18 años de edad, emigra al cono sur americano, residiendo sucesivamente en Argentina, Chile y Uruguay, para instalarse definitivamente en la capital de este país, Montevideo, donde se se afinca hasta el final de sus días, el 12 de septiembre de 1937.

   

EL VASCO INDÓMITO. (MITIFICACIÓN)

  

Heskualkerriakemen izan tu, bizikigizonhandiak;

biohotzez noble burguagora, nehoren beldur gabiak,

bethioyhoka libro eddohil, hokdira gurelegiak.

Romano yaun- ekikusituste, heyekeginbalentriak.

 

(Traducción)

Euskal Herria ha dado hombres verdaderamente grandes;

de corazón noble, con la cabeza arriba, sin temor a nadie,

siempre con el grito, libre o muerto, esas son nuestras leyes.

Los señores romanos tuvieron que testificar las valentías de estos.

  

  

 

 
 

Julio Herrera y Reissig (Montevideo, 1875-1910), poeta, ensayista uruguayo iniciado en el romanticismo tardío y líder de la vanguardia modernista en la literatura uruguaya.

 

  

  

  

GERNIKAKO ARBOLA

Sabido es el simbolismo que tiene el roble de Gernika para la cultura vasca. Así, en la capital de la República Argentina, la porteña Buenos Aires, se contaba desde el año 1882 con un retoño de dicho árbol, con el mismo valor simbólico que tiene en esa localidad vascongada: la pérdida de las libertades y de la propia identidad vasca.

El primer centro vasco de la República Oriental del Uruguay se fundó en Montevideo en 1876, fecha nada casual, pues coincide con el término de la Tercera (y última) Guerra Carlista, que, a su vez, puso fin a los conflictos entre tradicionalistas (carlistas) y liberales (alfonsinos), pero que también suponía el final de las libertades forales para las provincias vascas.

El 23 de febrero de 1919, la Sociedad de Confraternidad Vasca Euskal Erria de Montevideo, fundada en 1912, plantó en sus terrenos el primer retoño oficial del Árbol de Gernika en tierras uruguayas. Con tal motivo, el escritor y periodista Manuel Aránaga, que estuvo presente en los actos, leyó este poema, luego publicado en la revista “La Baskonia” de Buenos Aires:

  

Tú vivirás feliz,

noble blasón de nuestras libertades.

De tierra de libres vienes

y en tierra de libres vas a vivir.

Solo has cambiado los agrestes

y risueños paisajes de Euzkadi,

bajo el cielo plomizo,

por la gravedad de la ondulada

tierra uruguaya bajo su cielo azul,

las brisas del Cantábrico,

por las del Plata.

  

  

LA BOINA Y EL UNIVERSAL UNAMUNO

Una prenda distintiva de los vascos es la boina, que la Enciclopedia Auñamendi define como una gorra sin visera, redonda y achatada, de lana y de una sola pieza. Pocas veces, una prenda tan sencilla ha marcado tanto la fisonomía de un pueblo y ha condicionado de tal manera comportamientos sociales y mediáticos.

Miguel de Unamuno, vasco universal, en su artículo “La boina”, publicado en El Liberal el 5 de diciembre de 1906, la define como una prenda niveladora, puesto que, al ser más cómoda y más barata que otros tocados al uso, provocó que estos se fuesen relegando al olvido. En propias palabras del escritor y filósofo nacido en Bilbao, la boina, con el paso del tiempo, ha pasado a convertirse en una prenda típica y, en cierto modo, tradicional del vasco.

Comparto unos versos del poeta y ensayista uruguayo Julio Herrera y Reissig (Montevideo, 1875-1910), autor de Sonetos Vascos (1906), en cuyos versos alejandrinos está presente esta prenda de vestir:

  

Ya que baile o que ría, ya que ruja o que cante.

En la lid o en la gresca, nadie atreve un desplante.

Nadie rige tan noble rebelión como el vasco

y sobre esa leónica que le orla

le revienta la boina de valor ¡como un casco!,

que tuviera por mecha encendida la borla!

  

  

 

 
 

Julio Herrera y Reissig (Montevideo, 1875-1910), poeta, ensayista uruguayo iniciado en el romanticismo tardío y líder de la vanguardia modernista en la literatura uruguaya.

 

  

  

  

IGARZÁBAL, UN URUGUAYO CON ALMA VASCA

La Escuela Rural N.º 47 de la localidad uruguaya Colonia Rossell y Rius lleva, desde su aprobación ministerial en septiembre 2012, el nombre del poeta, escritor, periodista y maestro rural oriental Luis Ramón Igarzábal (1948-2005), en homenaje al ilustre humanista nacido en Durazno en el seno de una familia campesina de origen vasco. Su obra póstuma, Treinta y tres sonetos vascos, fue publicada en 2006 con el apoyo de la institución vasca Centro “Haize Hegoa” de Montevideo, que tiene como objetivo estudiar y difundir la cultura vasca en Uruguay.

La institución vasca afirma que el trabajo recoge 33 sonetos, «unas pocas hojas de poesía manuscrita, que guardaban en silencio el hondo sentimiento vasco que Ramón grabó en ellas en los últimos meses de su vida». En la primera página del libro aparece una cita de Igarzábal que dice: «No preciso escribir versos para “recibirme” de vasco. Pero nací y me hice poeta sabiendo que la sangre tiene razones, que la razón no comprende. Mi corazón, en cambio, ha sido la brújula, que me ha permitido navegar, con mano impetuosa y enamorada, estos treinta y tres poemas que le estaba debiendo a mis antepasados».

  

  

  

  
 

Detalle de la portada de "Treinta y tres sonetos vascos", obra póstuma de Luis Ramón Igarzábal (1948-2005), maestro rural, escritor, poeta uruguayo nacido en Colonia Rossell y Rius en el departamento de Durazno. Ejerció de periodista en el semanario "Panorama" en la ciudad de Durazno y en el periódico "Río Negro" de la ciudad General Rocca, en el sur patagónico. El libro fue publicado en 2006 con el apoyo de la institución vasca Centro “Haize Hegoa” de Montevideo.

 

  

  

  

COROLARIO

Y ya, como reflexión última, cito unas estrofas del poema “Fábulas de mi infancia”, que integra el libro Colección de poemas (1931), del poeta José Gorosito Tanco, uruguayo de familia de origen vasco, en los que cita a su tía inmigrante:

 

La Patria ¡ay! de mi trompo y mi bolilla,

donde, en pizarra azul, qué maravilla

de infancia fue su crónica sencilla.

 

¿No eran los claros cuentos de la Tía

de España, que en los sueños nos ponía

nieblas de luz con su habla de ambrosía?

  

  

  

  

  

  

  

   

   

Washington Daniel Gorosito Pérez (Montevideo, Uruguay, 1961). Periodista, poeta, ensayista y conferenciante. Catedrático de Universidad y columnista de análisis internacional y asuntos de defensa en periódicos de México, Uruguay, Argentina y Ecuador. Su labor literaria ha sido reconocida con diversos galardones provinciales, nacionales e internacionales.

Ente los últimos concedidos destacan el Premio Concurso de Cuentos “Líbano” y el Premio Concurso de Poesía “Profesor Nassime Hanna Nasser”, ambos otorgados en 2010 por la Sociedad Libanesa del Uruguay. Recientemenete, ha logrado un tercer lugar en el V Concurso Literario de Poesía y Narrativa “Espacio Mixtura 2016”.

En su repertorio como escritor hay que destacar los ensayos históricos Fray Bartolomé de las Casas: Un Quijote en América (1993) y José María Luis Mora, con su pensamiento cambió la Historia (1994), y los ensayos literarios Sor Juana Inés de la Cruz: Sin Tiempo en los Tiempos (1998) y Análisis de la obra Poética del Escritor José Gorosito Tanco (2001). Es autor también de diversas obras de creación, entre cuyos últimos títulos publicados cabe citar Palabras Perdidas (2002) y Letras Dispersas (2003).

Ha participado como colaborador en antologías varias, como Así Cantan los Poetas (Tomo 1, 2006) y Antología de Microcuentos (Universidad Iberoamericana León e Instituto Cultural de León, México, 2009), entre otros títulos.

Es miembro de la Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP), Poetas del Mundo y Red Mundial de Escritores en Español (REMES).

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral no Venal. Sección 3. Página 15. Año XX. II Época. Número 109 EXTRA. Abril-Diciembre 2021. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2021 Washington Daniel Gorosito Pérez. © Las imágenes han sido extraídas, a través del buscador Google, de diferentes sitios de Internet relacionados con la temática que el autor desarrolla en su artículo para su uso como como ilustraciones del texto. En todo caso, cualquier derecho que pudiese concurrir sobre ellas pertenece a su(s) creador(es). Diseño y maquetación: EdiBez. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2021 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3, Ático G. 29730. Rincón de la Victoria (Málaga).