—Por qué habré nacido flor cuando, en realidad,
siempre quise haber sido una niña. Camila viene
todas las mañanas a verme, huele mi perfume, me pone
agua fresca y me dice dulces palabras. Le gusta
contemplar mis pétalos amarillos y mi corola azul.
Sin embargo, yo quisiera ser ella y, también, poder
caminar, correr y saltar.
El día se cubrió, de pronto, con una espesa bruma.
—¿Será un eclipse? —se preguntó la flor mientras
contemplaba cómo el día se transformaba en noche y
los pájaros regresaban a sus nidos.
Un profundo murmullo que provocaba el viento sobre
la ventana la despertó.
—¿Qué hora es, mami? —preguntó Camila, entre curiosa
y desorientada, mientras se frotaba sus ojos azules.
—Ya levántate, remolona, y ve a jugar al jardín, con
tus flores. Pero ¿qué te has hecho en el pelo?
¿Acaso te teñiste de amarillo? Ah, tú y tus juegos
de química terminarán dándome un dolor de cabeza.
—¿Yo, pintarme el pelo de amarillo? —musitó Camila,
sorprendida, y corrió rápidamente a mirarse en un
espejo para comprobar lo que le reprochaba su madre.
Al contemplarse, en lugar de su rostro vio reflejada
a su flor favorita. Confundida, corrió al jardín y,
con gran sorpresa, vio que su flor ya no estaba en
el cantero.
Asustada por lo que le podría estar ocurriendo,
corrió a los brazos de su madre y le contó que había
soñado que se transformaba en flor y, ahora que no
la veía en el jardín, creía que se había convertido
en una de ellas.
La sonrisa y el abrazo maternal calmaron la ansiedad
de la niña, que, sobre el hombro de ella, alcanzó a
ver a su amiga en el centro de mesa, llenando de luz
y fragancia toda la casa.
—Un fuerte viento estaba deshojando el jardín —le
explicó su madre con tiernas palabras—, y
rápidamente hubiera dejado sin pétalos a la flor que
tanto cuidabas. Quise protegerla llevándola a un
lugar seguro dentro de la casa, donde vos, querida
Camila, podrás seguir disfrutándola como un
encuentro mágico dibujado por la naturaleza.
—Que hermoso fue sentirme niña por un momento
—musitó la flor en voz baja—, pero me siento igual
de feliz ya que, siendo quien soy, puedo alegrar aún
a mucha gente aunque… ¿saben qué?... ¡ellos no
tienen perfume, ja, ja!
Jorge Alberto Baudés
(Buenos Aires,
Argentina, 1948), poeta
y narrador, ha
encontrado en los niños
los destinatarios más
idóneos de sus mensajes
literarios. Sus primeros
poemas y cuentos vieron
la luz en antologías
compartidas con otros
autores, entre las que
destacan El reverso
de la palabra
(poemario), Entre
escondites y sueños
(cuentos y poemas),
Entre escalones y
zapatos (cuentos,
poemas, fábulas y
leyendas para niños),
Desde El Chubut (I)
y Desde el Chubut
(II) (cuentos,
poemas y narraciones).
Es autor también de
libros individuales,
como Enigmas,
cuentos fantásticos y de
ciencia ficción para
adolescentes (Ed.
Vinciguerra, 1989);
El guardián de la
leyenda: aventuras y
desventuras de un
boy-sacout (Ed. del
Cendro, 2004; Amazon,
2020); Cuento con vos,
colección de cuentos
(Ed. Vinciguerra, 2005);
Vórtice Patagonia.
(El portal), cuentos
fantásticos y de ciencia
ficción (Ed. Dunken,
2013), Cien verdades
y una mentira (Buscando
las respuestas),
cuaderno de reflexiones
(Eds. Mis Escritos,
2013), Canticuentos,
cuentos, poemas,
fábulas y leyendas para
los más pequeños (1.ª
ed., Ed. Vinciguerra;
2.ª ed., Ed. Remitente
Patagonia, 2016);
Patagonia, donde habitan
los duendes, y otros
cuentos (Ed.
Remitente Patagonia, 2.ª
ed., 2014), Poesía
embrionaria (Ed.
Remitente Patagonia,
2017), Cien verdades
y una mentira. El libro
de autoayuda de las
buenas ondas
(versión Kindle),
Destino encriptado
(versión Kindle), Las
huellas perdidas
(versión Kindle),
Atchís, atchís…
cosquillas en la nariz
(Eds. Literarte, 2023),
Adivina, adivinador
(para un mago y un
pintor) (Eds. del
Cedro, 2025) y
Contame un cuento
(2025).
Ha creado y dirigido el
taller literario
infantil “Pequitas y
Pecosos” y ha sido
integrante y presidente
de SADE, Filial Chubut,
y cofundador del grupo
literario “Encuentro”.
Junto a su esposa
Esther Edith Gutiérrez,
autora del libro de
relatos Cruzando el
puente. Los individuos
olvidados (Eds. del
Cedro, Trelew, Chabut,
Argentina, 2012), es
cofundador y coordinador
del reconocido ciclo
“Unión Café Concert”.
Su trayectoria literaria
ha sido distinguida en
diferentes eventos
nacionales e
internacionales, entre
los que cabe destacar el
I Premio en el Certamen
Latinoamericano Jorge
Luis Borges, de la
Fundación Givré; el IV
Premio en el Certamen
Internacional Netgame
2000 Îlle de France
(Francia) y la “Medalla
de Plata” del Certamen
Internacional Eisteddfod
del Chubut 2011, por el
poema «La Llave», que
formaría parte de su
poemario Poesía
embrionaria.