N.º 61

MAYO-JUNIO 2009

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GIBRALFARO

   

AULA de NARRATIVA BREVE

IGNACIO ALDECOA

  

  

  

DULCES SUEÑOS

Por Jorge Alberto Baudés

L

a abeja reina probó su miel. Esa mañana había amanecido triste, sin ganas de volar. Contempló la comida que iban preparando en cada celdilla del panal y la vio sin brillo, blanda y sin color. ¿Qué sucede aquí?, murmuró indignada, y remontó vuelo dando varias vueltas por el jardín.

   
     

   

Como le dolía la cabeza, decidió salir a pasear por los alrededores para sentirse mejor y fue entonces cuando, sentada sobre una rama, a orillas del canal de riego, descubrió a una niña sollozando. Tenía las manos apoyadas sobre su rostro para evitar que se le cayeran dos traviesas lágrimas que asomaban de sus grandes ojos.

La pequeña abeja no podía entender lo que le ocurría a la niña, pero, con su zumbido, consiguió llamar su atención. Paula reconoció en seguida el sonido familiar que producía su visitante, ya que solía cuidar el panal al regresar de la escuela. Regaba las plantas para que tuvieran muchas flores en primavera y así después saborear la más rica miel de todo el valle.

La chacra era de sus abuelos y estaba situada junto al río Chubut, en las proximidades de Gaiman. Sus añosos árboles guardaban la historia de los primeros colonos galeses que poblaron la región. La abeja zumbó al oído de la pequeña como si le contara un secreto, pero no logró que sonriera.

Pasaron los días y también las semanas. Llegó la primavera y pronto también el verano. Paula terminó de estudiar y, durante las vacaciones, se dedicó a cuidar la colmena. La visitó por las mañanas y también por las tardes. A pesar de su dedicación, la miel continuaba sin sabor. Se escurría como agua y las celdillas del panal habían quedado casi vacías.

Paula revisó entonces a las abejas una por una y las interrogó, sin obtener respuesta, y, muy pensativa, se quedó frente al panal. ¡Al fin descubrió lo que pasaba! Su amiga se había ido de la chacra y era ni más ni menos  que... la abeja reina.

—¡Abeja, abejita! —, clamó la pequeña, sin obtener respuesta.

De repente, un rayo de sol iluminó su cara, provocándole una espontánea sonrisa. La niña había recuperado su alegría y, definitivamente, las penas que la preocuparan se habían alejado.

De pronto, sintió una cosquilla en la nariz. Quiso mirar y los ojos se le pusieron bizcos.

—Pero ¿qué es esto? —, preguntó sorprendida, y un dulce zumbido comenzó a sonar como respuesta. La abeja reina había regresado al ver que su amiga estaba nuevamente contenta y ese día en el panal volvió a reinar la alegría, y la miel salió desde entonces más dulce que nunca.

  

  

 

    

 

  

Jorge Alberto Baudés (Buenos Aires, Argentina, 1948), poeta y narrador, ha encontrado en los niños los destinatarios de sus mensajes literarios. Sus primeros poemas y cuentos vieron la luz en antologías compartidas con otros autores, entre las que destacan El reverso de la palabra (poemario), Entre escondites y sueños (cuentos y poemas), Entre escalones y zapatos (cuentos, poemas, fábulas y leyendas para niños), Desde El Chubut I y Desde el Chubut II (cuentos, poemas y narraciones). Es autor también de libros individuales Enigmas (cuentos fantásticos y de ciencia ficción para adolescentes) y Canticuentos (cuentos, poemas, fábulas y leyendas para los más pequeños). Muchos de sus trabajos literarios posteriores, de reconocido valor literario y formativo, han visto la luz en diversos libros de lectura de escolares.

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Año VIII. Número 61. Mayo-Junio 2009. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2009 Jorge Alberto Baudés. © 2002-2009 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

    

    

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