VERSOS POR BLAS PEROZO NAVEDA
Ha partido el Blas, y sin saber siquiera que voló
hacia más allá del Caribe y de toda creíble geografía;
aunque es probable que sueñe —no se lo neguemos—
que algo extraño está sucediendo con su cuerpo.
Cuando allá lejos, en los días manifiestos
escribió “Date por muerto…”, él entendía bien
de qué se tratan los desafíos y, además, que, a cierta hora,
no hay piedad ni retrocesos para nada y para nadie.
Yo prefería, no obstante, recordarlo en su alegría,
bebiendo su champán y mirando hacia abajo,
donde se extendía el patio de lo que fue el Hotel Granada,
ya en soledad de años, como un cuerpo descascarado,
fantasmal y taciturno; y entonces, en esos planos
de la vida, él tomaba vuelo, mientras servía
otra copa y sonreía, y acaso recordaba algún poema,
alguna vieja historia maracucha, alguna esquina,
algún odio pasado, como memorando lo que quizás
nunca volverá, y donde lo que queda es el humo,
el eterno oleaje de siempre, las botellas vaciadas,
la desolada avenida Bella Vista y la baldía soledad de cada
uno. |