PATOSO

  

Pato Patoso cayó en el pozo

y el hada Vera lo sacó fuera.

Por los olivos sin aceitunas

pato Patoso fue a la laguna.

Metió una pata, luego las dos

y complacido nadó hacia adentro

bajo los trinos del ruiseñor.

  

Pato Patoso quiso dormir

cerca del río Guadalquivir.

Miró a la luna,

olió el jazmín,

se adornó el pico

con el anillo de Federico.

  

Hizo su cama

con las ramitas de la retama.

Cerró los ojos

porque la noche puso cerrojos

y se durmió cuando la luna

surcaba el agua de la laguna.

   

   

  

EL GRILLO

  

En un rinconcito oscuro

de la casa de Martín,

canta que te canta el grillo

su estribillo cric, cric, cric...

  

Martín se mete en la cama

porque tiene que dormir,

pero el grillo no le deja

con su estribillo cric, cric, cric...

  

Nuestro amigo desespera

mientras el grillo se muda

del rincón a la cancela.

De la cancela al salón,

del salón a la cocina,

de la cocina a la esquina

donde tiene la vecina

otro grillo cantautor.

  

Y a dúo bajo la noche

cantan con todo derroche

su estribillo cric, cric, cric...

Mientras el pobre Martín

en un rinconcito oscuro

sigue al alba sin dormir.

   

   

  

EL ELEFANTE Y LA JIRAFA

  

Soy un elefante

me llamo Hilarión

con mi larga trompa

toco el saxofón.

  

Yo soy la jirafa

y llego a las nubes

y con mis orejas

juegan los querubes.

  

Me como las hojas

del sauce llorón

mientras toca el saxo

mi amigo Hilarión.

  

  

                   

                   

  

  

CROAR

 

Cantando estaba la rana

en el prado de las flores

y pasó la primavera

con su manto de colores.

  

La rana se tiró al agua,

el agua la llevó al río

y los guijarros del fondo

le cantaron al oído.

  

Cuando aprendió la canción

bajo la noche cantó

una música banal

que no está en el pentagrama,

porque la canción se llama

croar, croar y croar

que es el canto de la rana.

   

   

  

CUENTO DE UNA GALLINA

 

Con pan y pimiento

cociné este cuento

de la gallinita que vivía feliz

en el patio alegre de una masía.

  

Tuvo tres pollitos color del limón

y los recogía bajo su plumón.

Buscaba en la tierra larvas y gusanos,

y trigo y maíz le daba su amo.

  

De noche dormía en el gallinero

y día tras día ponía su huevo

en la paja rota de un viejo sombrero.

  

Se hizo más vieja que Matusalén

en el patío alegre de aquella masía.

Y vivió feliz de noche y de día.

   

   

  

LA HORMIGA

  

Hormiguita que llevas

granos de trigo

protejo tu hormiguero,

pues soy tu amigo.

  

Si quieres pan blandito

de mi merienda

te dejo unas migajas

aquí en la puerta.

  

Cuando vienes y vas,

y vas y vienes

me distrae el trajín

que te entretiene.

  

Luego desapareces

bajo la tierra

con las migas de pan

de mi merienda.

No puedo entrar contigo

a tu hormiguero.

Hasta mañana, amiga,

aquí te espero.

   

   

  

* Selección tomada de su poemario El Desván de Josefina (CEDMA, 2018)

   

   

  

  
                                 

  

Encarna Lara (Cuevas de San Marcos, Málaga) es diplomada en la especialidad de Ciencias Humanas por la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de E. G. B. de la Universidad de Málaga; académica correspondiente de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, miembro de la Sociedad de Escritores Españoles (ACE) y se halla incluida en la Antología de Poetas Andaluces. Siglo XXI, que edita el poeta y pintor cordobés Fernando Sabido Sánchez.

Aunque desde temprana edad se siente llamada por la poesía, cuyos exponentes más preclaros lee con avidez, sus primeros escritos comienzan a aparecer en textos colectivos, en los Cuadernos de la Academia Iberoamericana de Poesía, colección en la que participan autores españoles e iberoamericanos. Así, el que va a ser su primer poema verá la luz en un número de la citada colección, publicado en 1994 en homenaje a León Felipe, con textos de otros autores. El segundo de sus poemas publicado está dedicado al poeta cubano José Martí y el tercero, a la poeta argentina Alfonsina Storni.

Será en 1996 cuando publica su primer libro propio, Perfil de silencio, acogido muy positivamente por la crítica, que reconoce su calidad poética y su profundo lirismo, así como la madurez y firmeza que pululan entre sus composiciones. Ese mismo año, la revista Ánfora Nova publica su poema “La mañana”, dedicado al poeta amigo Mariano Roldán. Un año más tarde, en 1997, participa en el libro Poesía y democracia, y en la revista Extramuros, que edita la Universidad de Granada, aparece el poema “Invocación”. Por estos años, colabora asimismo en la revista Calas, editada por el Centro Cultural Generación del 27 de Málaga; Arena y cal, La Fuente, Aguamarina, Tres orillas y Turia, entre otras. En 1998 participa en Ora marítima, obra colectiva de creación poética. Su segundo libro, Caudal de Voces, aparece publicado un año más tarde, en 1999, en la cuidada colección “Puente de la Aurora” que dirige el poeta malagueño Rafael Alcalá; el poemario se gana enseguida el favor de la crítica y “Cuadernos del Sur”, suplemento literario del diario Córdoba, le reconoce la calidad de excelente. Por esta época, invitada por la poeta madrileña Paloma Fernández Gomá, colabora en el libro Arribar a la Bahía, encuentro de poetas en el 2000, publicado ese mismo año en Algeciras por la Delegación Provincial de Cultura.

Ya en 2001, aparece su tercer poemario, titulado Páramos prohibidos, en la colección “Agua de Mar”, que edita el CEDMA y que dirige el escritor José García Pérez. En 2008 publica su cuarto libro de poemas, Desde la orilla, editado por el Ayuntamiento de Cuevas de San Marcos (Málaga) en colaboración con el CEDMA, con cuyos versos rinde homenaje al río Genil y al valle que lo acoge. Este mismo año se alza con el Primer Premio de Poesía del certamen “Encuentros por la Paz”, de San Pedro de Buceite (Cádiz). El amor, el conocimiento y el estudio del flamenco la llevan a escribir Raíz flamenca, publicado en 2009 por Juan de Mairena Editores, libro en el que la autora ensaya un salto de la poesía culta a la popular. La obra, prologada por el profesor y cantaor Alfredo Arrebola, recibió el beneplácito de flamencólogos y poetas, entre cuyas opiniones cabe mencionar las de Manuel Ríos Ruiz en el Diario de Jerez y José Sáez en la revista El Olivo. Asimismo, el poemario es reseñado también en diversos medios digitales. Su excelente acogida agota los libros editados en primera instancia y lleva a una segunda edición, que corre a cargo de la editorial granadina Granada Club Selección. Esta incursión en la poesía popular la anima a colaborar en la revista malagueña Calle del Agua.

En 2018 aparece publicada la que nos presenta como su última obra y que nos ha servido de fuente para esta primera selección, El Desván de Josefina, un poemario bellamente ilustrado por Beatriz Campillos y acertadamente prologado por Ana María Romero Yebra, en el que la autora, con las doctas maneras que le propicia su experiencia de maestra de niños, hace una primera incursión en la poesía infantil, en un intento, a mi juicio magistral y esperanzador, de trazar una senda por la que los niños transiten alegres y gustosos a la estética de la poesía. La edición ha corrido a cargo de CEDMA.

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral. Edición no venal. . Sección 2. Página 6. Año XVIII. II Época. Número 103. Abril-Junio 2019. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2019 Encarna Lara. © Las imágenes han sido aportadas por la autora y corresponden a ilustraciones del poemario que se cita. Los derechos sobre la propiedad intelectual a que hubiere lugar corresponden a la autora. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2018 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte. Facultad de Ciencias de la Educación.  Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana. Calle Castillón, 3. 29.730. Rincón de la Victoria (Málaga).