A MODO DE PRESENTACIÓN

¡SON TANTOS LOS ARTISTAS DE ambos sexos: poetas, pintores, músicos, bailarines, actores, etcétera, jóvenes de nuestra tierra andaluza desconocidos...! Todos llenos de talento, todos ellos pletóricos de palabras cargadas de sentimientos contenidos, ansiosos expectantes del momento de expresar su mundo interior, su visión del mundo, su dolor, su amor, sus éxitos, sus fracasos, su soledad, su dicha, la pena de la perdida, la muerte, el resurgir tras el hundimiento íntimo, los sueños, los deseos, los miedos...

El que subscribe se hace eco de una serie de poemas que llegaron a sus manos de una escritora andaluza, Maika Ruiz Montalvo, poemas que, estimado lector, comparto ahora contigo con toda la sinceridad de que es capaz una persona. Siento la necesidad de hacerte llegar el trabajo, el dolor, el esfuerzo, la angustia de esta poeta andaluza de ascendencia granaína, para que la valores, y juzgues y opines si sus palabras están o no llenas de la verdad más cruda, si han sido o no lapidadas por esa dureza con que la cotidianidad golpea los espíritus más puros, si en ellas late ese dolor sentido y siempre tan callado, pero, también, en las que habita una belleza desgarradora por momentos. La antología que te presento recoge solo una ínfima parte de su obra.

La presente «Antología» es un libro de poesía escrito durante su juventud. Aproximadamente recogen ocho años de una vida. En ella suspiran como lamentos los pesares que la acompañaron durante el tiempo que estuvo fuera de su hogar. Puede revelarse en sus palabras un estilo marcado que se nutre de abruptos surrealistas y algo de culteranismo con una clara influencia de Góngora, Lorca y Ángel González.

En su prólogo podemos encontrar sus palabras:

«Poeta soy desde siempre, creo recordar que esbozaba mis primeros versos a los ocho años, en la playa, durante los largos veranos de soledad junto a mí madre. Me apasionan los paisajes insólitos, los tiempos entrecortados y la pasión sin límite. Pienso que la poesía es la máxima expresión del ser humano y que mis versos lo son de mi alma; versos de carácter intimista y de una gran carga subjetiva».

José Jesús Martínez Martos

AGONÍAS Y PALABRAS

Selección

I

SENTADA

Sentada en una quimera tiemblo.

Miro el tiempo, su desolador paso, sus vestigios en mi piel, mi suerte.

La inmundicia que despide este abismo me ciega.

Vomitando palabras de cólera, escucho al viento.

Intento ser, poder ser, quiero ser, ser alguien, algo que deje mella en tu mejilla.

Que al rozar mi piel tu piel, resquebraje tu alma de cristal y se rompa como un guijarro.

Y caiga hundida violentamente a mis pies.

Quiero verte arrodillado, quiero ser tu cruz, quiero mi venganza.

En la impotencia de fracasar me retengo

a un paso de tu casa, oliendo aún tu huella en el aire,

ese olor insoportable que de furia me llena.

II

RES

¡Qué rechinar de dientes me acompaña!,

sabandija que me agarra el pescuezo

me está arrancando las ganas de vivir.

Mi voz, perdida en mar infinito,

tan pálida languidece.

Aferrada a recuerdos tan felices,

pero pasados, lejanos...

Me desangro en tu amor tacaño, muerto.

De locura, celos, envenenado,

despiadado huracán que desfallecer

me hace, arrinconada, muero.

Y, por pasión, elegí vivir, mas sin pasión,

pudriéndome estoy

en sepulcro marmoleado de negro.

V

LLORAR

Ataviadas con cadenas presurosas,

se abanican de penas las tenues,

las amarillentas, las resbaladizas

horas funestas de esta terrible

mañana, terrible.

Y morir, y matar, y acallar con fiereza

este murmullo de tiempo.

¡Qué es lamento!

No quiero morirme

mientras me miras callado,

con ojos vidriosos junto a la cama.

No quiero morir

sin saber quién es Dios, sin saber

que aún me amas y que el silencio

es todavía la pasión que callas,

que ahogas en tus adentros.

No quiero morir y tanto quiero.

Morir y acabar, terminar,

explotar en abismo.

Quiero, quizás,

tan sólo, por un momento,

poder llorar y no sentirme débil,

desahogarme, arrojar de mí

esta furia que llevo por dentro.

¡Pero no puedo!

¿Por qué no puedo?

VI

MI ALMA

Azul inmisericorde.

Plenitud sonora al instante.

Estallidos de rojo olvido.

Las carcajadas del destino enloquecen mis sentidos.

Sonríes en tu barca de pesadumbres,

hacia un lugar incierto,

movido por funesta ambición.

¡Dejadme, señor, no me arrastres!

Quiero vivir etérea,

asida a la libertad del que nada pierde

porque nada tiene.

Esperando tu muerte, mi liberación.

¡Oh pescador, oh nómada!,

aléjate de mi tumba llena de océanos y espumas,

llena de lágrimas y sangre.

Aquí, enroscada en sueños y madres.

Suéltame, ¿no entiendes?

¡Quiero vivir azul para siempre!

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Sección 2. Página 5. Año XVI. II Época. Número 95. Enero-Marzo 2017. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2016 Maika Ruiz Montalvo & José Jesús Martínez Martos. © La imagen se usa exclusivamente como ilustración del texto y los derechos de autor pertenecen a su creadora. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2017 Departamento de Didáctica de las Lenguas, las Artes y el Deporte, adscrito a la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga & Ediciones Digitales Bezmiliana, Castillón, 3, Rincón de la Victoria (Málaga).