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WATCHMEN,

LA OBRA MAESTRA DE ALAN MOORE

   

  

Por Antonio Cañestro Lanzadera

   

   

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mediados de la década de los 80, el guionista inglés Alan Moore ya se había ganado un nombre en la industria del cómic gracias a trabajos como V de Vendetta o Miracleman. El éxito que lograron estas obras y algunas otras más, como la etapa de El Capitán Britania, cuyo guion había redactado para Marvel UK, hizo que no tardase mucho en saltar el gran charco y aterrizase en América para trabajar con DC Comics. Tras escribir en DC los guiones para la mítica etapa de El Hombre del Pantano y Superman: ¿qué le pasó al Hombre del Mañana?, Moore quiso hacer algo completamente diferente, una historia que no se guiase por los típicos cánones autoimpuestos por la industria del cómic de superhéroes. Así las cosas, en 1986 se comenzó a publicar una serie compuesta por 12 números que se titulaba Watchmen y que estaba llamada a convertirse no solo en la obra maestra de Moore, sino en el cómic que marcase el devenir del Noveno Arte. En esta historia, Moore se adentraba en una senda nunca explorada por los anteriores guionistas de cómics, pues si estos pretendían siempre presentar a sus personajes como los más fuertes, Moore tomaría el camino contrario, mostrándonos la cara oculta de los superhéroes: sus miserias y debilidades.

Una hipótesis: Superhéroes en la sociedad actual

Para narrar tal historia, Moore ubica a un grupo de superhéroes en el mundo real, con la finalidad de mostrarnos cómo sería el impacto que supondría la aparición de estos en una sociedad como la nuestra. ¿Cómo hubiese afectado la presencia de superhéroes en la Guerra de Vietnam apoyando al bando americano? ¿Cómo hubiese sido la Guerra Fría entre América y Rusia si EE UU hubiera contado con un superhombre capaz de detener los misiles rusos en el aire con solo usar el pensamiento? ¿Cuál hubiese sido la repercusión de todo esto, tanto a nivel político como ideológico o religioso, no solo en EE UU sino también en el mundo entero, en la década de los 70 y 80? Alan Moore responde a todas estas cuestiones y a algunas más realizando un extenso y complejo ensayo sobre la sociedad del momento y los superhéroes, en el que desarrolla temas tan cruciales como la condición humana, las teorías conspiratorias, el determinismo, el poder de la autoridad o la fuerza del poder social, planteándolos desde múltiples puntos filosóficos.

  
                                       
 

En 1986 comienza a publicarse una serie de 12 números que se titulaba "Watchmen" y que estaba llamada a convertirse en la obra maestra de Alan Moore y en uno de los títulos más notorios del Noveno Arte.

 
  

Watchman, en Charlton Comics

Desde un primer momento, se desestimó la idea de que esta historia fuese protagonizada por los personajes habituales de DC en sus respectivas series, pues, al ser colecciones abiertas, las consecuencias de los hechos que hubiesen acontecido en el arco argumental de los Watchmen se hubiesen ido desvaneciendo con el paso de las entregas, los autores y los años. Así, en un principio, Alan Moore quiso que su historia la protagonizasen los personaje de Charlton Comics, una editorial que acababa de ser engullida por DC Comics. Pero, al irse incorporando los personajes de Charlton Comics al Universo DC, Moore tuvo que buscar otra opción para sus protagonistas: al final, se decidió por basar los personajes de su historia en los de Charlton Comics. Así, Doctor Manhattan se basaba en el Capitán Átomo, el Comediante en Pacemaker, el Búho Nocturno en Blue Beetle, Ozymandias en Thunderbolt, Rorschach en Question y Espectro de Seda en el Canario Negro y Phantom Lady.

Watchmen, una historia genial, una obra maestra

El cómic nos narra cómo, tras haberse aprobado en 1977 la Ley Kenne, por la cual se declaraba ilegal todo tipo de justicieros, el grupo de superhéroes conocido como Watchmen (los Vigilantes, en español) es disuelto tomando cada uno de sus miembros un camino diferente. Así, el Doctor Manhattan, junto a su pareja, Espectro de Seda, y el Comediante deciden trabajar para el gobierno; Búho Nocturno retoma su pacífica vida como amante de la ornitología y Ozymandis se convierte en uno de los empresarios más importante a nivel global… Todos ellos abandonan sus labores como superhéroes, a excepción del obstinado Rorschach, que se siente en la obligación moral de continuar castigando a los criminales y demás mugre social, a pesar de ser ya una práctica totalmente ilegal, por cuya actitud es perseguido por la policía.

Pero es justamente 8 años más tarde, en 1985, momento en el que la Guerra Fría se encuentra próxima a su apogeo, cuando realmente arranca la historia, acudiendo Rorschach a la escena del crimen del asesinato de Edward Blake, quien resulta ser el antiguo justiciero conocido como el Comediante. Esto lleva a Rorschach a comenzar a investigar lo que parece un plan para acabar con todos los enmascarados, entre los cuales se incluyen sus antiguos compañeros de Watchmen. Este es el pretexto que utiliza Alan Moore para sumergirnos en una historia altamente compleja y plagada de historias secundarias difíciles de resumir aquí.

Cualquier adjetivo resulta insuficiente para calificar la obra maestra del ya de por sí brillante Alan Moore. Watchmen es una historia genial, completa en todos sus aspectos, densa y profunda a la par que dinámica, un relato que logra atrapar al lector desde la primera viñeta. La trama principal anteriormente citada es utilizada por Moore para ir poniendo en marcha una gran multitud de historias secundarias que se encuentran brillantemente entrelazadas entre sí cual si de un reloj suizo se tratase. Estas historias secundarias son las que realmente sustentan la trama de Watchmen; es en estas particulares en las que reside principalmente la fuerte crítica social y el ensayo sobre los superhéroes, retratando en ambas los aspectos menos agradables y reconocidos. Además, el propio Alan Moore declaró que «en muchos sentidos, más que tratar sobre un superhéroe individual o un grupo, este proyecto de libro trata sobre su mundo, cómo viven en él y las consecuencias que esto conlleva».

Y si hablamos de la importancia y de la forma en la que lleva las diferentes subtramas, es necesario hablar de los personajes que las protagonizan. A pesar de encontrarse la obra protagonizada por múltiples justicieros, Alan Moore es capaz de dotar, mediante sus diálogos y pensamientos, a cada uno de una profunda personalidad plagada de matices. El resultado es un genial elenco de protagonistas en el que cada uno cuenta con su propia inclinación ideológica, política, religiosa, moral… Al par de esto, iremos conociendo sus respectivos orígenes y las relaciones que mantienen entre ellos, las cuales se encuentran perfectamente definidas, al igual que sus personalidades. Todo esto permite abordar los sucesos y los diferentes contextos que van aconteciendo en la obra desde distintos puntos de vista.

  
                                       
 

Alan Moore (Northampton, Reino Unido, 1953), escritor y guionista de historietas, labor esta última en la que ha destacado por sus trabajos “Watchmen” y “V de Vendetta”, entre otros títulos. Ha sido considerado el «Mejor Escritor de Historietas de la Historia». Su pintoresco pasado, aunado a una actitud misantrópica y la intención declarada de convertirse en mago del caos, lo han elevado a la cumbre de la fama hasta el punto de que se ha vuelto un icono. Políticamente, se declara anarquista, ideología que refleja en algunas de sus obras.

 
  

Moore y Gibbons, dos maestros

Pero no solo en Moore reside el éxito de Watchmen, sino también en su compañero Dave Gibbons, quien se encarga del apartado gráfico del cómic. Del mismo modo que en la primera viñeta sabemos que nos encontramos ante un genial guion de Moore, en la misma primera viñeta ya nos damos cuenta del acierto con el que Gibbons va plasmando la historia en cada escena, en cada página, pues, además de realizar unos dibujos altamente detallistas y expresivos, la forma que tiene de orquestar cada escena, viñeta a viñeta, da pie a que el lector disfrute al máximo de su trabajo. Sin lugar a dudas, Gibbons se convierte en el mejor compañero posible para Moore en esta obra. Igualmente cabe destacar la inteligente labor de John Higgins coloreando los dibujos de Gibbons, ayudando a enaltecer la labor de su compañero.

La edición de ECC

La edición de Watchmen que la ECC Ediciones pone ahora al alcance de nuestras manos contiene nada más y nada menos que 416 páginas a un precio bastante asequible. Esta edición contiene los 12 números que componen la obra publicada entre 1986 y 1987 y, además, una gran cantidad de material adicional, pues al final de cada capítulo nos encontramos con autobiografías ficticias de los personajes u otros artículos relacionados con estos o con los sucesos acaecidos durante el capítulo.

En definitiva

A modo de conclusión, cabe decir que, con Watchmen, Alan Moore da un giro de tuerca al género de superhéroes estableciendo cánones que hasta hoy día se mantienen vigentes. Pero no solo tuvo influencia en el género de los superhéroes, sino en el cómic en general, ya que no son pocos los medios que han tildado al cómic como la mejor novela gráfica de toda la historia gracias a una inteligente y profunda trama plagada de detalles, críticas y matices que no dejará indiferente a nadie. Una obra maestra que debe figurar en la estantería la biblioteca personal de aquel que se precie amante de cómic.

  
                                       
 

“Watchmen” (título original en inglés y en España; “Los Vigilantes”, en México, y “Watchmen: Los Vigilantes”, en el resto de Hispanoamérica) es una adaptación cinematográfica de ciencia ficción y ación de la serie homónima de cómics, coproducida en 2009 por Estados Unidos-Reino Unido-Canadá, dirigida por Zack Snyder, con guion de Alex Tse, David Hayter, música de Tyler Bates, fotografía de Larry Fong. Está protagoniza por Jackie Earle Haley, Malin Akerman, Billy Crudup, Matthew Goode, Jeffrey Dean Morgan, Patrick Wilson, Carla Gugino, Matt Frewer, Stephen McHattie, Laura Mennell, Rob LaBelle, Gary Houston, James M. Connor, Mary Ann Burger, John Shaw, Robert Wisden, Jerry Wasserman, Don Thompson, Frank Novak, Ron Fassler, Stephanie Belding, Nhi Do, Walter Addison, Eli Snyder.

 
  

  

  

 

     
     

ANTONIO CAÑESTRO LANZADERA (Málaga, 1992). Estudiante de Magisterio, melómano, cinéfilo y amante de la lectura en general y de los cómics en particular. Comenzó a escribir sobre cine, música, videojuegos, literatura y, principalmente, sobre el Noveno Arte y todo lo que se relaciona con su mundo en su blog personal «La Discoteca del Friki». Forma parte de los equipos de redacción de las webs «La Casa de Él» y «Cómic Digital», publicaciones en las que figura como colaborador. Entre páginas webs y revistas especializadas, ha publicado hasta la fecha más de 300 artículos, además de colaborar eventualmente en programas radiofónicos.

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Sección 6. Página 11. Año XIII. II Época. Número 83. Enero-Marzo 2014. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2014 Antonio Cañestro Heredia. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones del texto, y los derechos pertenecen a su(s) creador(es). Edición en CD: Director: Diseño Gráfico y Maquetación: Antonio M. Flores Niebla. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2014 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.