JULIO-SEPTIEMBRE 2015  

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LA LUNA MORA DE GUARO

   

  

Por Marta Sánchez Cortés

   

   

EL FESTIVAL DE la Luna Mora es hoy una iniciativa ya consolidada por la exitosa experiencia de años anteriores que, desde los inicios de su celebración, se propuso, como principal objetivo, la rememoración de unos momentos de convivencia pacífica de sociedades distintas en nuestras tierras de Al-Ándalus, donde las tres culturas dominantes –la cristiana, la musulmana y la sefardita– supieron relacionarse en concordia y respetarse recíprocamente. En esta convicción, la malagueña villa de Guaro se convierte, a lo largo del mes de septiembre y durante dos fines de semana, en punto de encuentro de la música y la cultura andalusí de los últimos siglos de la Edad Media. Durante esos días, con la única iluminación de la luz de más de veinte mil velas, distribuidas por el casco antiguo, la música arábigo-andalusí-sefardita toma las calles y plazas de esta villa, en las cuales se puede oír en directo la música que se oía hace cinco siglos en este lugar. En un escenario de luces como el descrito, el zoco medieval que se levanta en la plaza principal de la villa deja ver unos convecinos solo distinguidos por las diferentes vestimentas de sus culturas. Y así, mientras unos aldeanos van y vienen o están entregados a sus tareas cotidianas, otros venden sus productos artesanales u ofrecen su mercancía, invitando a los visitantes a tomar repostería morisca acompañada de té verde.

  

VILLA DE GUARO

  

Guaro se halla situada al Sur de la provincia de Málaga, entre la Costa del Sol y la Sierra de las Nieves; tiene una superficie de 22,5 km2 y, según el censo de 2008, su población se encuentra en torno a los 2.230 habitantes, dedicados, prácticamente, a trabajos relacionados con la agricultura. El núcleo de población lo constituyen unas casas blancas y modernas que discurren por calles pendientes y sinuosas, como intentado alcanzar la altura de la sierra en cuya falda se extienden. En su término municipal hay un parque natural reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera.

  
                                       
  

HERENCIA CULTURAL

  

El Festival de la Luna Mora pretende ser una representación de la herencia cultural de Al-Ándalus, nombre que recibió el territorio de la Península Ibérica bajo el poder musulmán durante la Edad Media, entre los años 711 y 1492. Para conmemorar este evento, el pueblo se convierte en un gran zoco medieval en el que todo se confabula para romper el espacio y el tiempo, y trasladarnos a la música y la cultura de la época andalusí.

Por ese motivo, el Festival de la Luna Mora puede concebirse como una excelente rememoración actual de la pacífica coexistencia que hubo en otro tiempo entre culturas diferentes en nuestra tierra, particularmente en lo que se refiere a su folclore. En este evento, los visitantes y los vecinos de Guaro se unen para celebrar conjuntamente y en un entorno festivo, a lo largo de unas semanas de septiembre, la convivencia pacífica entre las tres culturas, la cristiana, la musulmana y la judía, que se dio en esta villa durante la Edad Media.

  

EL ZOCO MORISCO

  

El aspecto más interesante que hace muy atractivo al Festival de la Luna Mora es la iluminación que se apodera de toda la villa en cuanto empieza a caer la noche. En un entorno dominado por los zigzagueantes destellos de las más de veinte mil velas distribuidas por el casco antiguo, la música cristiano-arábigo-sefardita toma las calles y plazas de esta villa, a lo largo de las cuales se puede volver a vivir el ambiente que se vivía en esta tierra hace cinco siglos.

Junto a la iluminación, el zoco morisco de medianoche es el otro gran protagonista de la conmemoración popular. En esta suerte de marcado medieval se dan cita artesanos de toda España y, desde primeras horas de la mañana hasta la madrugada, ofrecen a los curiosos visitantes diferentes productos artesanales de todos los rincones de Andalucía y de España, al tiempo que unas mozas, ataviadas a la antigua usanza morisca, los invitan a degustar una variada gama de dulces moriscos y una vaso de té verde. Para reponer fuerzas, la Avenida de los Mesones centra una variada oferta de la gastronomía mediterránea.

  
                                       
  

El zoco resulta un escenario sumamente atractivo: es allí donde todos los gremios se concentran y el lugar ideal para poder encontrar productos tan dispares como cuencos de madera pulida, juguetes tradicionales y cerámica, todo ello trabajado artesanalmente; aceites olorosos y jabones aromáticos elaborados según antiguas fórmulas caseras; diversos productos de alimentación, como los quesos caseros de cabra y de oveja, embutidos, tocinos, jamones curados y patés; los exponentes más variados de la repostería típica de nuestras tierras andaluzas –magdalenas, pestiños, mostachones, empanadillas, borrachuelos, arropías, tortas de aceite, alfajores, caramelo caliente y almendras garrapiñadas, entre otros–; mieles de flores, de eucalipto, de romero, de tomillo, de espliego; las hierbas más diversas para infusiones y un largo etcétera de los productos más variados. En esta gran parada gastronómica, todos los puestos y sus vendedores están caracterizados conforme a una cultura, creando así una atmósfera mágica que transporta a otros tiempos.

  

TALLERES

  

Otro de los aspectos que caracterizan a esta rememoración son las Jaimas de los Talleres, en cuyo interior los asistentes pueden iniciarse en el aprendizaje de actividades lúdicas como, por ejemplo, bailar danza oriental, tatuarse con henna, tocar los timbales y el darbuka, o, si lo prefieren, viajar a otras tierras y a otras épocas imaginariamente con documentales. Los pequeños también tienen un área dedicada a ellos, con actividades infantiles como “Gastronomía para peques” o “Érase una vez Al-Ándalus”. 

Los talleres son de diferentes tipos según la edad de los asistentes; así, encontramos talleres infantiles, como el que está dedicado a manipular la plastilina, a conocer el flamenco o a elaborar piezas de cerámica; talleres para aprender a jugar al ‘jamsa’ o amuleto judío (originario de los judíos sefarditas); talleres de baile para el conocimiento de los aspectos que caracterizan a otras culturas…; y, también, talleres para adultos, como los orientados al conocimiento de la percusión, el legado musical y las tradiciones de los otros pueblos que habitaron nuestro entorno; talleres de danza oriental, para aprender a bailar el ‘qamar’; talleres para conocer el uso de la cerámica como forma de expresión; talleres de dibujo con velas, de caligrafía árabe, etcétera.

  
                                       
  

PLAZA DE LOS CUENTOS

  

Está también la Plaza de los Cuentos, todo un homenaje a todas las plazas del mundo, en todos los tiempos y de las más diversas culturas, en las que hombres y mujeres anónimos han transmitido (y transmiten) con sus narraciones la memoria de los pueblos, al tiempo que se fomenta el valor que subyace al acto de escuchar. En este lugar se hacen trucos de magia acompañados de efectos visuales que completan la actuación; se cuentan narraciones fantásticas y cuentos populares, eróticos…

  

CONCIERTOS

  

En esas noches mágicas del Festival de la Luna Mora podremos igualmente disfrutar de un viaje musical por Europa, el Mediterráneo y África. Conciertos de música arábigo-andalusí, sefardita, flamenco, música y danza contemporánea andaluza, música mediterránea y europea serán característicos de esas noches de septiembre. Algunos ejemplos de actuaciones recientes son la de Teresa Salgueiro & Lusitania Ensemble, Eva Yerbabuena, Orquesta Sinfónica de Málaga & Clara Montes, El Cabrero & Awtar al-Ándalus y Rocío Bazán, Carmen Linares & Ara Malikian y José Luis Monton, Al Tarab Ensemble y el Trío Sefarad, entre otros.

  
                                       
  

OTRAS ACTIVIDADES

  

Conviene citar también las actividades paralelas que se van desarrollando en diversos puntos de la villa desde primeras horas de la tarde. Este es el caso de los acróbatas, narradores y pasacalles medievales que se apoderan de las calles de Guaro al compás de la percusión hasta llevarnos con las actuaciones más dispares hasta la Plaza de los Cuentos.

  

A MODO DE CONCLUSIÓN

  

En esta breve redacción he pretendido destacar los aspectos más relevantes y característicos de la Luna Mora de Guaro. Si aún no la conoces, te aconsejo fervientemente que la visites el próximo septiembre de este mismo año, porque es una experiencia que te embriagará y te sorprenderá gratamente.

  

  

   

   

   

MARTA SÁNCHEZ CORTÉS (Málaga, 1979). Licenciada en Filología Inglesa y diplomada en Idioma Extranjero (sección: Inglés) por la Universidad de Málaga.

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Sección 4. Página 8. Año XIV. II Época. Número 89. Julio-Septiembre 2015. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2015 Marta Sánchez Cortés. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a su(s) creador(es). Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2015 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.