N.º 63

SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2009

8

   

GIBRALFARO

   

CRÍTICA LITERARIA

   

   

   

   

   

CUMBRES BORRASCOSAS,

EL ESPEJO VITAL DE UNA AUTORA

   

Por  Sara Robles Martín

   

   

   

E

l título de esta novela, Wuthering Heights, se tradujo por Cumbres Borrascosas. Aunque la traducción de Wuthering por Borrascosas no parece, de entrada, muy acertada, sí lo es si pensamos en los estados de ánimo tan fuertes y extremos que en la novela se dan. Cumbres Borrascosas es la única novela que escribió Emily Brontë, pero ha llegado a ser un clásico de la literatura inglesa. En su única novela, Emily pone por escrito todo aquello que parece no haber dicho y vivido en el transcurso de su vida, una vida trágica y corta. Emily dijo: «No es cobarde el alma que en mí habita» (“No coward soul is mine”).

  

Emily Brontë y Cumbres Borrascosas

En diciembre de 1845, Emily comienza a escribir Wuthering Heights, que concluye en julio del año siguiente, y es publicada definitivamente en 1847 bajo el mismo seudónimo utilizado en un libro de poesía publicado años antes. El libro no fue bien acogido por la crítica del momento, que lo consideró salvaje y violento para haber ser escrito por una mujer.

   
    

 

Aunque Emily Brontë es conocida casi exclusivamente por Cumbres Borrascosas, también han triunfado varios de los poemas que escribió.

   

Antes de escribir su única obra, Emily y sus hermanas ya se dedicaban a escribir poemas y novelas, y terminaron por publicar un libro de poemas, que titularon Poemas por Currer, Ellis y Acton Bell, utilizando seudónimos masculinos con sus iniciales. A pesar de usar seudónimos masculinos, el libro tuvo más resonancia por haber sido escrito por mujeres y no por su calidad literaria, aunque finalmente sólo vendieron dos ejemplares.

El 24 de septiembre de 1848 fallece su hermano y, a la vuelta de su entierro, Emily coge frío. En su enfermedad, se niega a ver al médico y a comer, y decide soportar dolores intensos prácticamente sola y en silencio, hasta pocas horas antes de su muerte, acaecida en diciembre del mismo año, precisamente cuando acepta por fin ver al médico. Con referencia a la visita del médico, Emily había dicho previamente con tono irónico: «Si llamas ahora a un médico, lo veré», pero el médico ya no pudo hacer nada y Emily siguió a su hermano a la tumba.

Aunque se haya especulado sobre el amor incestuoso entre Emily y su hermano (justificándose en la novela, desde luego), Emily no murió a causa de un amor truncado, sino porque padecía de tuberculosis severa, y su muy quebrantada salud no pudo resistir el envite del mal tiempo. A pesar de su fuerte temperamento, respecto al cual Charlotte dijo: «Se diría que el espíritu de Emily era lo suficientemente fuerte como para conducirla hasta una edad avanzada», no era tanta salud como su carácter. Sin descendencia y tan joven fue enterrada en el cementerio rural de Haworth, aldea de la desolada comarca de Yorkshire, donde había vivido casi toda su vida, salvo pequeñas incursiones al exterior.

Aunque Emily Brontë es conocida casi exclusivamente por Cumbres Borrascosas, también han triunfado varios de los poemas que escribió como “Old Stoic” y “Last lines”, poemas que han vencido el paso de los años revelándola mejor poetisa que sus hermanas, debido a que Emily sentía especial por la poesía. En definitiva, además de Cumbres Borrascosas, Emily solamente publicó poemas en diversas ediciones, entre las mismas los más reseñados son los relativos a Gondal (mundo imaginario inventado por Emily), que cuenta con multitud de similitudes con Cumbres Borrascosas.

  

Segunda edición póstuma

En 1850, dos años después de fallecida la autora, se reeditó Cumbres Borrascosas, con un adjunto de una selección de poemas de Emily y una biografía escrita por Charlotte, su hermana. En puridad, esta segunda edición de Wuthering Heights era en realidad una revisión de Charlotte, quien, aconsejada por sus editores, recortó fragmentos de la novela original para que se pudiera publicar en un solo volumen en lugar de los tres originales, es decir, por razones de espacio (y quizás económicos); además, ésta también revisó y cambió muchos signos de la puntuación de Emily.

Esta segunda edición de Charlotte fue la que circuló y se tradujo durante más de 100 años, hasta que, en 1963, el editor William M. Sale Jr., de Nueva York, con el sello de WW Norton & Company, volvería a publicar la novela tal como la escribió Emily. De esta edición en lengua inglesa, se realizó una traducción al castellano en 1978, debida a Rolando Costa Picazo.

  

Influencias y rasgos

Los críticos y estudiosos de Cumbres Borrascosas destacan la gran influencia de la vida de la autora en la novela. Llama la atención que el origen de esta historia salvaje y tosca se encuentre en la mente de una mujer de vida completamente tranquila y asexuada, que solamente escribió esta novela y varios poemas. Parece como si en esta novela Emily hubiese descargado toda su pasión no desatada y lo que supuso vivir en las costumbres puritanas típicas de la época victoriana.

En efecto; se pueden encontrar muchos paralelismos entre la obra maestra de Emily Brontë y su vida. De hecho, el contexto social en que vivió la escritora es el que se ve reflejado en su novela, la sociedad rural del norte de Inglaterra. Un mundo que, debido a las condiciones climáticas, se convierte en hostil y dificulta las relaciones sociales, basadas casi por completo en la familia, puesto que apenas permite acontecimientos sociales. Al respecto, Charlotte dijo en una ocasión que «no había ninguna tentación de buscar un trato social fuera de nuestro círculo familiar; dependíamos por completo de nosotras mismas y unas de otras; y de los libros de estudio, en lo que toca a placeres y las ocupaciones de la vida».

   

    

Las hermanas Brontë: Emily, Charlotte y Anne.

 
   

Esto se refleja en la obra muy claramente, y está profundamente relacionado con otro elemento muy relevante en la obra, como son los páramos de Yorkshire, ese entorno natural fue una parte importante de la vida de la autora, ya que apenas salió de ellos en su corta vida. Así pues, en la obra se ve reflejado el contexto social y natural de la autora. Del contexto natural hay que decir que resulta extremadamente relevante en la obra, pues las emociones y los personajes son un reflejo de este contexto. En la obra como en el páramo, siempre hay borrascas, siempre está nublado. Las emociones que desatan los personajes parecen estar en consonancia con las fuerzas desencadenadas por la naturaleza misma.

Otra de las influencias destacables que marcó la novela de Emily fue su hermano Patrick Branwell, quien, como la mayoría de los miembros de la familia, murió joven, a consecuencia del delirium tremens que sufría con frecuencia por su afición desmesurada al opio y a la bebida, lo cual complicó la vida a toda la familia. Además, era un niño mimado, ya que era el único varón de la familia.

Se ha especulado mucho sobre el cariño especial que la autora sentía por su hermano, incluso algunos han llegado a hablar de amor incestuoso. No son pocos los que han creído ver en Heathcliff muchas referencias a Branwell, el hermano de Emily. Heathcliff es el personaje principal y protagonista absoluto e indiscutible de la obra. La historia que en la novela se cuenta es la historia de Heathcliff, historia que comienza con la rotura de orden cuyo desencadenante es Heathcliff, orden que regresa cuando Heathcliff comienza a irse.

En Cumbres Borrascosas, Emily Brontë pone en boca de sus personajes sentimientos y pasiones profundas, sentimientos y pasiones que pasan a ser el motivo de la obra. La autora crea sus personajes individualmente asignándoles unas determinadas características, que los convierten en seres complejos y multidimensionales, alejados de los convencionalismos y las reglas estrictas de la sociedad del momento. Así, Heathcliff se nos muestra un ser marginal, que provoca y experimenta las mayores pasiones, y que es capaz de aguantar en las mismas hasta el final.

Además, en esta obra hay un rasgo que resulta cuanto menos peculiar, más hoy en día; me refiero al narrador. En esta obra no hay un solo narrador, sino dos. En primer lugar, encontramos al señor Lookwood, que nos cuenta el estado de la historia con la que se encuentra a su llegada, pero, gracias a la segunda narradora interpuesta, la Señora Dean, conocemos el comienzo de esta historia; esta segunda narradora siempre se encuentra en el medio de la acción gracias a la casualidad y, por tanto, conoce todos los detalles de la misma. Ambos narradores son parciales y subjetivos, puesto que opinan de las acciones que guían la historia, por ello que pueda decirse que, en cierto modo, rigen al lector.

Más allá de las influencias personales de la autora que podemos encontrar en la novela, la influencia literaria es claramente romántica, aunque entonces cobraban más importancia las corrientes costumbristas, adecuadas a la época victoriana. Emily Brontë, y, en general, las hermanas Brontë escribieron sobre pasiones y sentimientos extremos que reflejaban en sus personajes, y descuidan más todo lo relacionado con costumbres sociales y descripciones minuciosas de caracteres; los personajes se encuentran alejados de los convencionalismos y las reglas estrictas de la sociedad del momento.

  

Críticas a una obra maestra de la literatura romántica universal

En Cumbres Borrascosas se cuenta una historia de amor pasional y complicado que no consigue destruir nada ni nadie, con toda la fuerza y violencia que ello supone. Emily juega con las identidades de sus personajes (como demuestra el grito de Catherine: «¡Yo soy Heathcliff!») y así consigue diluir entre todos sus personajes su propia personalidad. Su estructura innovadora ha sido comparada con un conjunto de muñecas Matryushka, que se va descomponiendo poco a poco y volviendo a componer.

   
    

 

Cartel de la versión cinematográfica de la novela, en la que Juliette Binoche interpreta a Cathy y Ralph Fiennes da vida a Heathcliff.

   

Cumbres Borrascosas fue una novela sin precedentes, ni sucesores; su originalidad no radica solamente en los argumentos, sino en la fuerza de su estilo, la poesía de su narración y cómo llega a transmitir su autora todos esos fuertes sentimientos apasionados, que se expresan y reflejan en las fuerzas de la naturaleza; de alguna manera, se produce una fusión de los personaje con la bravía belleza de aquel paisaje solitario.

Sin embargo, a pesar de ser considerada hoy un clásico de la literatura, la novela, como ya he adelantado en un apartado precedente, no tuvo buena acogida en su momento, fundamentalmente porque su estilo masculino y pagano no casaba con haber sido escrito por una mujer, puesto que, en la época en la que vivió la autora, la mujer no tenía ningún valor y su máxima aspiración intelectual no pasaba de convertirse en institutriz. Ya Charlotte, al encontrar el cuaderno de poemas de Emily, comentó: «No tenía nada que ver con la poesía que por los general escriben las mujeres».

Por otra parte, la fuerza de la novela no sólo hay que verla en que fue escrita por una mujer, sino también en la violencia con que están descritos los sentimientos, que destacan mucho más en una época en la que cualquier manifestación de la intimidad sentimental era contenida a ultranza; en aquellos momentos, la novela se enfrentaba con la totalidad de la estructura represiva de su tiempo.

Así, nada debe extrañarnos que, mientras Charlotte Brontë triunfaba con Jane Eyre y Anne Brontë era aceptada como una buena escritora por sus contemporáneos, la obra de Emily se dejaba en el olvido por ser considerada ruda y salvaje: las duras descripciones de la realidad que mostraba se apartaba por completo del estilo imperante en la literatura de su época. No obstante, la autora de Cumbres Borrascosas ha pasado a la historia de la Literatura por méritos propios, a pesar de que Emily no quería que su nombre fuera conocido.

Cumbres Borrascosas es una obra maestra de la literatura romántica universal en sí misma, de la que otra autora, Virginia Woolf, igualmente marcada por la tragedia, la soledad y el silencio buscado, llegó a manifestar: «Con un par de pinceladas, Emily Brontë podía conseguir retratar el espíritu de una cara de modo que no precisara cuerpo; al hablar del páramo, conseguía hacer que el viento soplara y el trueno rugiera”.

   

   

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

“Cumbres Borrascosas”, en WIKIPEDIA [En línea]. Disponible en web:

<http://es.wikipedia.org/wiki/Cumbres_borrascosas_(novela)>. (Consulta de 12 de Noviembre de 2008).

“Emily Brontë”, en BIBLIOTECASVRITUALES.COM [En línea]. Disponible en web:

<http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/OtrosAutoresdelaLiteraturaUniversal/EmilyBronte/>. (Consulta de 13 de Noviembre de 2008).

BRONTË, Emily (1987): Cumbres Borrascosas. 1.ª ed., Trad. y prólogo de Carmen Martín Gaite. Círculo de Lectores, Barcelona.

FREYRE, Espido (2004): Querida Jane, querida Charlotte. Por la ruta de Jane Austen y las hermanas Brontë. 1.ª ed., Santillana Ed., Madrid.

IZQUIERDO, Paula: “¡Yo soy Heathcliff!”, en ELMUNDO.ES [En línea]. Unidad Editorial Internet, Madrid, Miércoles, 6 de octubre de 1999. Disponible en web:

<http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1999/10/06/cultura/757240.html>. (Consulta de 12 de Noviembre de 2008).

   

   

     

Sara Robles Martín (Málaga, 1985). Diplomada en Maestro en Lengua Extranjera (sección Inglés) por la Universidad de Málaga. Ha cursado los estudios de Magisterio en la Facultad de Ciencias de la Educación de esta universidad.

   

   

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. II Época. Año VIII. Número 63. Septiembre-Octubre 2009. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2009 Sara Robles Martín. © 2002-2009 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

   

   

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