N.º 50

JULIO - AGOSTO 2007

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DESDE AQUELLA VEZ

Por Jorge Alberto Baudés

  

  

LA NIÑA CONTEMPLÓ cómo se escapaba su globo azul. Intentó asirlo del cordel con el que estuvo unido a su mano, pero él mismo fue, escurridizo, ganando altura, al tiempo que su tamaño se reducía hasta volverse apenas visible.

La pequeña lo miró, y con su mirada turbada por el llanto, aguardó pacientemente que regresara con ella.

    
     

   

—Volvé, globito, volvé —repitió una y otra vez Mariana sin obtener respuesta.

Caminó por el parque sin consuelo. Un vendedor de globos la sorprendió proponiéndole un ventajoso negocio: él le cambiaría un globo, el más grande, el más colorido, por una sonrisa suya. Mariana no aceptó, pero el vendedor, al insistirle, le dijo, casi en secreto, que él también vendía ilusiones y que, si tanto extrañaba su globo, le ofrecía los suyos para ir a buscarlo. Debería cerrar sus ojitos por un momento y entonces, con su imaginación, vería cómo una canasta llena de flores, remontada por los simpáticos y coloridos globos, la elevaba por las alturas. Aunque compungida, aceptó y luego...

Mariana se mareó al mirar hacia abajo y ver a las personas que caminaban por el parque, tan chiquitas, como si fuera hormigas. También se asustó con una bandada de gorriones que jugaba a las escondidas entre los globos. Algunos de ellos planeaban y otros hacían piruetas en el aire haciéndole creer que se caían levantando en seguida vuelo hacia una blanca nube para ver quién llegaba primero     .

Mariana se divertía tanto que casi se olvidó de que estaba triste. De pronto, al mirar al cielo y verlo tan azul, creyó ver a su globo perdido y pensó: !Mi globo fue a buscar a sus hermanos y demás familiares. ¿Será por eso por lo que el cielo es tan azul? ¡Claro!, se dijo a sí misma y continuó razonando: “El Sol debe estar formado por los globos amarillos y, cuando amanece en el horizonte, por los globos rojos que se le han escapado a otros chicos. Entonces, gracias al mío, a partir de hoy, el cielo será un poco más azul...”

Mariana abrió los ojos y sonrió con picardía mientras le guiñaba un ojito al vendedor de ilusiones. Se fue corriendo con su secreto mientras saludaba al cielo con la mano extendida. Desde aquella vez, las noches fueron más cortas y las tardes se prolongaron en un luminoso firmamento azul.

  

  

  

Jorge Alberto Baudés (Buenos Aires, Argentina, 1948), poeta y narrador, ha encontrado en los niños los destinatarios de sus mensajes literarios. Sus primeros poemas y cuentos vieron la luz en antologías compartidas con otros autores, entre las que destacan El reverso de la palabra (poemario), Entre escondites y sueños (cuentos y poemas), Entre escalones y zapatos (cuentos, poemas, fábulas y leyendas para niños), Desde El Chubut I y Desde el Chubut II (cuentos, poemas y narraciones). Es autor también de libros individuales Enigmas (cuentos fantásticos y de ciencia ficción para adolescentes) y Canticuentos (cuentos, poemas, fábulas y leyendas para los más pequeños). Muchos de sus trabajos literarios posteriores, de reconocido valor literario y formativo, han visto la luz en diversos libros de lectura de escolares.

  

  

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Año VI. Número 50. Julio-Agosto 2007. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides.  Copyright © 2007 Jorge Alberto Baudés. © 2002-2007 EdiJambia & Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.

  

  

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