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ESCRÍBEME UN RETRATO

   

Por Ninfa Estela Duarte Torres

   

   

   

Escríbeme un retrato

     Escribe un retrato de mi yo

con pinceladas de azul intenso

que salga de tu corazón,

sin toques de vivos colores,

sólo los necesarios

matices rebeldes,

tonos ariscos,

esfumados contornos…

     Mi alma tiene sus propios encantos

que, aunque transparentes,

se vuelven suaves,

un día oleajes y otro día poesía,

por eso,

sus aristas y sus tonos son cambiantes

como un paisaje en tornasol…

     Quiero un retrato de mi yo

real, severo, mutante,

caprichosa,

malcriada,

insoportable,

de ese yo que nadie conoce como tú.

     Hazme un retrato con palabras osadas,

con excelsas metáforas

e imágenes de ninfas desnudas,

certero abecedario

 

para que vibren en mi piel

tus emociones,

en besos de dulzura eterna,

y en mi cuerpo de ondina

meciéndose suave

un antiguo arrebol

por deseos postergados

de sentirte en mi piel.

     Píntame un poema en tu voz

con tu fiel decir,

de amante ardoroso

tórridas maneras

que pasean por tus poros

y le contagian calores

a mis sentires presentes…

     Dibújame una poesía existencial

con rostro de diosa pagana,

maneras descaradas

sangre de fuego

volcán en erupción;

con su latir apresurado,

una sonrisa de entrega,

y este corazón

palpitando en tu fuego…

     Hazme un retrato que salga de tu corazón.

  

  
                                                                                         
  

  

Andando la vida

     Andando la vida, mi ser de poeta

me encontré con la musa

de los desengaños, cubierta de tedios,

bostezando rutinas  de banderas rotas,

imitando sinfonías de singular tonada.

     Recogí  mis predios y mis alforjas,

caminé destinos desconocidos,

me erigí en rosa de singular belleza

y enterré profundo los ayeres caducos.

     Mojé mis raíces con rayos de luna

lustré mis zapatos, dibujé mis labios,

y esperé un lustro para florecer.

     En mis sueños de rosales, te encontré

libando mis labios, reclamando amores,

 

y, loca de aromas, te di mi sentir,

colibrí sin alas, caíste a mis pies

en noche de amores de luna y azul…

     Prometiste soles, corona y marfil;

bebiste mi esencia hasta amanecer

y, ebrio de amores, cerraste los ojos…

     Andando la vida, un día volviste,

encontraste un erial desierto:

la rosa se ha muerto de sed

y, en lugar de amores, encontraste

arena, tristeza y dolor…

     Yo sigo cantando versos de amor,

sonrisa al viento

y una rosa en el ojal…

  

  
                                                                                         
  

  

Dos ante el destino

     Éramos dos ante el destino,

dos almas que latían al unísono,

dos cuerpos alertas,

miradas que se adivinaban

y el instante llegó ansioso;

iban cayendo las cubiertas del cuerpo

como caen las hojas en otoño.

     Sin parpadear

quedamos desnudos,

sintiendo la tibieza de nuestros cuerpos

que se unían en un abrazo lento,

intenso y tembloroso.

     Liana amorosa y tierna,

felpa tus brazos,

maroma los míos;

tus cabellos, rozando mis mejillas;

mi aliento, acariciando tu cuello…

     Cayó la penumbra,

cerramos los ojos,

vino el silencio, lo llenamos de besos,

y el amor se hizo presente

 

en ese mundo nuestro,

sólo nuestro.

     Cabalgamos sobre nubes de algodón

desde el horizonte hasta el cielo

con ternuras de tiempo

o agitado mar

sus olas danzantes,

palpitar de tamboriles…

de pronto,

cesó el diluvio.

     Tu respiración se hizo pausada

y mi mundo convulso

se volvió calmo,

el último beso se hizo saeta

y escapó por la persiana;

nuestras miradas volvieron

a encontrarse;

fue una fugaz sonrisa

y el tiempo regresó

a tomar su sitio en tu pecho

y en el mío…

 

  
                                                                                         
  

 

El poeta tiene la palabra

     En la palabra está el secreto

del dolor y la felicidad,

de la ternura y del amor,

pan fresco y arreboles,

manantial de versos,

porque el poeta viene del arcano

donde moran las musas

y las ninfas… y los sinzontes,

bellas sirenas  y una hermosa

policromía de camalotes en flor.

     Tenemos un tesoro escondido

de cada verbo

en cada estrofa, en cada suspiro…

ramilletes de esperanza,

y una daga afilada en el ápice de la pluma

punzante… asesina…

o angelical…

ama, odia, insulta,

un “te quiero” es lo más bello

que se puede escribir,

verbos, adjetivos y el apellido,

y, sin embargo, se trafica con esa palabra;

ramera, fato, programa, semen,

“hacer” el amor…

     Conocemos el dolor

por un adiós inesperado,

la muerte del alma, el pezón vacío

o una respuesta evadida;

y gozamos frente a la ternura de algún beso,

o un tierno becerro dormido,

crisálida, pimpollo de sol,

rojo amanecer de Dios,

o la audacia y lujuria

de esos mismos labios

mojados de esperma

impúdico, atrevido, mordaz.

     El poeta tiene la palabra justa y alada.

a veces, en ella viajan promesas,

 

instintos, perdones o venganzas…

     Con verbos se ama, se odia,

se ofende, se adula o se maldice,

son despedidas o saludos,

promesas, embellecemos los días,

y hasta se besan

con artilugios de falsa ternura,

removiendo las fibras más íntimas del ser.

     Pero también con palabras

se expresa el coraje,

osadía, insultos o nos hincamos

ante Dios o el diablo

pidiendo clemencia o suplicando perdón…

Con palabras, la vida es muerte

o resurrección,

es goce o es agonía,

es amor o lujuria,

es venganza o perdón.

Con palabras se puede salvar o matar…

acariciar y amar.

     Las palabras del poeta son mágicas,

nubes, colibríes o auroras boreales

en medio del desierto

dación en cada amanecer

al hijo o la amada,

a la madre o a la Virgen,

fieles o falsas promesas,

un don o una perdición,

palabras…

     Pero lo que nunca debes hacer con ella,

mi querido bardo,

es perder tu libertad,

ni atrofiar tu verdad…

Esa sería tu muerte

junto con ellas…

     “Si tienes la palabra, hazte digno de ella.”

 

  
                                                                                         
  

  

El único recuerdo

     Cuando la tarde se ausenta

para dar paso a lo azul,

cuando los guiños comienzan a latir,

cuando la brisa se aquieta

en mi rostro senil…

llegan las palabras en tropel hasta mi pluma

y desnudan mi alma de melodías lejanas,

escribiendo letras para un recuerdo tardío;

estas páginas que leerán tus ojos

guardan los momentos

rescatados al destino injusto,

y que, envueltos en seda,

los defendí del olvido.

     Cuando estos versos lleguen a tus ojos,

será tarde para encontrar entre líneas

el fuego que las dictó,

 

tarde para lo bello, tarde para lo justo,

y será tarde para entenderme,

tarde…

     Las melodías lejanas

que conservan mi alma

se habrán desteñido de esperar en vano,

desteñidas de soles en tarde de verano,

desteñidas de aguaceros

en noches de invierno,

desteñidas…

     Siento que mi alma será

un misterio dentro del misterio

y que esta lágrima tuya

será mi recuerdo,

un recuerdo tan solo,

el único recuerdo que tendrás de mí…

  

  
                                                                                         
  

  

   

   

     

   

   

Ninfa Estela Duarte Torres (Ca’acupe, Paraguay). Docente, correctora, escritora y poeta, vive en Asunción y es Profesora en varios centros y otros organismos docentes.

Ha publicado varios libros relacionados con la didáctica de la lengua y la literatura, entre ellos: Manual Práctico de Ortografía (Nivel Medio), Caminemos (Lecturas para Nivel Primario), San Lorenzo, su historia, su gente (investigación histórica), El Chaco, mi Patria (Textos para la Comprensión Lectora), Mitos Guaraníes, cuentos y leyendas (Asunción, 2006), Duetos y abrazados. Diálogos románticos (Córdoba, Argentina, 2005) y Semblanza de un Luchador, Ciriaco Duarte (San Salvador, 2011).

Además de sus obras de creación, cabe citar las Antologías compartidas: Lenguaje de Pluma y Tinta (Ed. Novelarte), Colores en Tiempos Literarios (Ed. Cenediciones), Conjugando las Artes (Ed. Novelarte), Navegando Sueños (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Horizontes Azules (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Un Poema para Neruda (Navegando Sueños, San Salvador, 2011) y El Rostro Secreto de Eros (Parnassus, Buenos Aires, 2011), Latidos del corazón (Astrid Pedraza de la Hoz, Bogotá, 2011), Poemas Oceánicos (La Barca de Fredy, San Salvador, 2011)y Mil poemas para Neruda (Alfred Asís, Chile, 2011).

Su labor creativa ha sido galardonada en los Concursos Internacionales de Poesía Cenediciones y Novelarte, celebrados en Córdoba, Argentina, en reiteradas ocasiones.

Puede leerse su producción literaria en los blogs: «Ninfa Duarte», «Ninfa Duarte», «Mis palabras Azules» y «Ninfa, Cuéntame un Cuento».

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Sección 2. Página 4. Paisajes Interiores (I). Año XII. II Época. Número 81. Julio-Septiembre 2013. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2013 Ninfa Estela Duarte Torres. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a sus creadores. Diseño Gráfico y Maquetación: Antonio M. Flores Niebla. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2013 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.