N.º 76

ABRIL-JUNIO 2012

8

  

  

   

   

   

   

   

APRENDÍ LO QUE ES VIVIR

   

Por Ninfa Duarte Torres

   

   

   

APRENDÍ LO QUE ES VIVIR…

     ¿Cómo aprendí?

Abriendo los ojos por las noches,

cuando el insomnio me visitaba,

aprendí que, al mirar las estrellas,

podía alumbrar mis sueños con ellas…

y soñé sueños de eternidad,

amando simplemente

con el alma

saliéndome por los poros.

  

     En las tardes estivales,

siempre que miraba el viento veía sus colores,

verdes sobre los montes,

celestes sobre el mar,

allá donde se junta con la tierra;

y, cuando callaba, sentía el sabor del silencio,

salado, pertinaz…

cerrando mi boca de besos,

de palabras,

de sentires.

  

     A solas aprendí

a encender ilusiones en mi alma,

y así escuché hablar a otros corazones,

dialogando con el mío

con palabras calladas,

con matices de mil sensaciones,

agradables,

anónimas,

pero bellas,

y saboreando sus besos.

  

     Una noche cualquiera,

el dolor tomó mi mano,

conocí de frente a la tristeza;

muerte, llanto

y orfandad;

me miró a los ojos,

yo sostuve su mirada

y ella se marchó,

al sentir en mi aliento

el amor y su grandeza.

  

     La soledad,

a la que con tanto miedo rechazaba,

una noche de un día,

tomó asiento a mi lado…

y me mostró la paz y la armonía

de los momentos que con ella compartía,

mudos,

sordos,

ciegos…

  

     Así entendí el sentido de la vida,

viviendo el amor y la desdicha,

sintiendo la alegría y la tristeza,

amando y esperando,

soñando y suspirando,

conociendo lo breve de la vida.

  

     Aprendí el valor de la paciencia,

el color de la constancia

y la belleza de la tolerancia;

el temblor de la espera,

el hambre de tus besos,

la sed de tus palabras…

  

     Así pude

calmar los vientos de mi ira,

y llenar con mares de esperanza

las zonas más oscuras de mi vida.

Es así como aprendí a vivir…

aun sin tenerte.

  

  

   

                    

                    

   

  

  

ESCRÍBEME UN RETRATO…

     Escribe un retrato de mi yo

con pinceladas de azul intenso

que salga de tu corazón,

sin toques de vivos colores,

sólo los necesarios:

matices rebeldes,

tonos ariscos,

esfumados contornos…

mi  alma tiene sus propios encantos

que, aunque transparentes,

se vuelven suaves;

un día oleajes y otro día poesía;

por eso,

sus aristas y sus tonos son cambiantes

como un paisaje en tornasol…

  

     Quiero un retrato de mi yo

real, severo, mutante,

caprichosa,

malcriada,

insoportable,

de ese yo que nadie conoce como tú.

  

     No hagas bosquejos en blanco y negro,

porque la blancura es para las debutantes

que visten tules y coronas

por el orgullo eterno de ser castas;

yo tengo años encima,

y de castidades viejas ya pasó un siglo,

aunque…

guardo madreselvas

como para engalanar mil balcones.

  

     Hazme un retrato de palabras osadas

con  excelsas metáforas

e imágenes de ninfas desnudas,

certero abecedario 

para que vibren en mi piel

tus emociones,

en besos de dulzura eterna,

y en mi cuerpo de ondina

meciéndose suave

un antiguo arrebol

por deseos postergados

de sentirte en mi piel.

  

     Píntame un poema en tu voz

con tu fiel decir,

de amante ardoroso

tórridas maneras

que pasean por tus poros

y le contagian calores

a mis sentires presentes…

    

     Dibújame una poesía existencial

con rostro de diosa pagana,

maneras descaradas,

sangre de fuego,

volcán en erupción;

con sus latires apurados

una sonrisa de entrega,

y este corazón

palpitando en tu fuego…

  

     Hazme un retrato que salga de tu corazón…

  

  

   

                    

                    

   

 

 

AMOR PERDIDO…

     El hechizo de una tarde

soleada de invierno

tiene el encanto del silencio

que enmudece los recuerdos,

y la callada madreselva

esparce su nostalgia amarilla

en la soledad de mi balcón.

  

     Escucho el trinar de algún jilguero

que, al pasar, se deja de oír,

y mi sombra inmóvil

recuerda el canto de noviembre

con su galope de nubes

y la llama del cirio

iluminando la repisa

donde rezan los devotos…

  

     Eran mocedades castas,

sin malicias, ni sutilezas;

eran tiempos de pureza y virtud…

  

     A mis espaldas

tiemblan las luces

por el viento juguetón

y los caireles tintinean

mientras sus luces forman

frisos movedizos

que danzan por las paredes

al compás de mis ensueños…

  

     Mi llanto de madera

se recuesta desnudo

entre los párpados y mis suspiros,

llenando de magia la estancia

y llamándote en voz baja…

  

     Mojadas de tibio rocío

salen de mi alma

las letras amadas,

y el misterio que acompaña

este instante

es mudo presagio

de cosas apagadas

que atesoran el  secreto

de ese amor

puro ternuras…

puro candor…

perdido por el dolor del mundo…

  

  

   

                    

                    

   

  

  

AMOR EN CADA OCASO…

     Día tras día, mostrándose altivo

con su espléndida belleza,

pintando los verdes campos y tajyes

con su luz amarilla,

brindando alegría a los labriegos

y el jugueteo de los niños;

todo un día de arduo trabajo

para hacer que florezcan las rosas,

que broten las sementeras

y maduren las espigas…

  

     Es corto el momento para el amor,

y es largo el día para esperar;

desde su altura,

enviando miradas ardientes,

tibias caricias hacia su sitio amado.

  

     Una agotadora jornada

para recorrer todo el cenit

entregando sus rayos bienhechores,

envolviendo con su halo

las semillas bajo tierra,

los nidos con polluelos,

y colores al arco iris…

todo un mundo de entrega generosa.

  

     Nunca el cansancio frenó su labor

ni menguó el fruto por nacer.

  

     Nunca un guiño a la amada

dificultó su tarea cotidiana.

  

     No conoce vacaciones

ni paradas por dolores,

ni descanso bajo la sombra…

  

     Día tras día, mostrando su belleza,

sonriéndole al río,

al pastizal sediento,

al árido desierto,

y cobijando en su corazón

un deseo ardiente de estar

junto a su amada tierra,

suya siempre,

día tras día,

en el ocaso…

  

     En ese ocaso ineludible,

el divino sol comienza el rito,

baja lentamente a besar su frente,

va poniéndose rojo

de rubores viejos,

y su cuerpo ardiente acaricia la tierra

y la penetra,

es el coito inevitable,

va introduciéndose suavemente

en la amada que lo estaba esperando

con la sed de tenerlo

con el calor heredado,

y, lentamente, el sol la hace suya

con ternura infinita,

con inmenso placer,

hasta que la tierra acepta

entregarse a sus rojas llamaradas…

  

     Y queda luego satisfecha

con su latir sereno,

su atardecer deseado

pleno de frescura,

su tranquilo dormir

exhaustos los dos

del arduo trabajo,

y satisfechos de amor,

esperando el mañana

para repetir el rito sagrado

del coito natural del universo…

  

     El Sol y la Tierra,

que, a espaldas de la Luna,

se aman en cada ocaso.

   

   

  

   

   

    

   

   

NINFA ESTELA DUARTE TORRES (Ca’acupe, Paraguay). Docente, correctora, escritora y poeta, vive en Asunción y es Profesora Normal Superior.

Ha publicado varios libros relacionados con la didáctica de la lengua y la literatura, entre ellos: Manual Práctico de Ortografía (Nivel Medio), Caminemos (libro de lecturas para Nivel Primario), San Lorenzo, su historia, su gente (investigación histórica), El Chaco, mi Patria (Textos de Comprensión Lectora), Mitos Guaraníes, cuentos y leyendas (Asunción, 2006), Duetos y abrazados. Diálogos románticos (Córdoba, Argentina, 2005) Semblanza de un Luchador, Ciriaco Duarte (San Salvador, 2011). Convivencia inteligentemente armónica (en imprenta)

Además de sus obras de creación, caben citar su participación en obras antológicas compartidas como: Lenguaje de Pluma y Tinta (Ed. Novelarte), Colores en Tiempos Literarios (Ed. Cenediciones), Conjugando las Artes (Ed. Novelarte), Navegando Sueños (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Horizontes Azules (La Barca de Fredy, San Salvador, 2010), Un Poema para Neruda (Navegando Sueños, San Salvador, 2011) y El Rostro Secreto de Eros (Parnassus, Buenos Aires, 2011). Latidos del corazón (Astrid Pedraza de la Hoz - Colombia - como participante y correctora - Poemas Oceánicos - (La Barca de Fredy, San Salvador, 2011), Mil poemas para Neruda - Alfred Asís - Chile - 2011 - Múltiples publicaciones en periódicos locales.

Ha resultado ganadora en Concursos Internacionales de Poesía “Cenediciones" y "Novelarte”, en Córdoba, Argentina, durante tres veces consecutivas (2004 - 2005).

Puede leerse su producción literaria en los blogs: «Ninfa Duarte», «Mis palabras Azules» y «Ninfa, Cuéntame un Cuento».

    

    

GIBRALFARO. Revista de Creación Literaria y Humanidades. Publicación Trimestral de Cultura. Año XI. II Época. Número 76. Abril-Junio 2012. ISSN 1696-9294. Director: José Antonio Molero Benavides. Copyright © 2012 Ninfa Estela Duarte Torres. © Las imágenes, extraídas a través del buscador Google de diferentes sitios o digitalizadas expresamente por el autor, se usan exclusivamente como ilustraciones, y los derechos pertenecen a sus creadores. Edición en CD: Director: Antonio García Velasco. Diseño Gráfico y Maquetación: Antonio M. Flores Niebla. Depósito Legal MA-265-2010. © 2002-2012 Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga.